En enero del próximo año, Guido Vecchiola (36) se enfrentará a un nuevo desafío: las teleseries nocturnas.
Porque tras 16 años en Canal 13, el eterno galán de la estación católica debutará en en la primera telenovela para adultos de CHV, Mujeres de lujo, que saldrá al aire en enero y que protagoniza la actriz Fernanda Urrejola.
Vecchiola aceptó el rol de Max Irarrázaval, "un acaudalado empresario adicto al sexo y a las drogas, capaz de conseguir todo sus caprichos, pero carente de cariño producto de una infancia solitaria", según él mismo adelanta a latercera.com. El actor tendrá una relación con Amatista (Marcela del Valle), una de las mujeres del Club Esmeralda, un burdel exclusivo donde se desarrollará el drama que dirige Patricio González.
Y explica que su decisión de dejar la estación donde arribó en 1993 para participar de la teleserie vespertina Champaña, responde a su deseo de ahondar en temáticas más impactantes como la prostitución -tema central del original de Coca Gómez (Machos)- y que su ex casa televisiva jamás abordaría.
"Después de hacer tantos años telenovelas para las ocho de la tarde donde siempre tenía el rol del príncipe azul que sufre por amor, ser parte de un proyecto para las 10 de la noche es muy interesante. Además, Chilevisión es un canal que está verde, es más osado y no está sujeto a la iglesia, es mucho más libre que Canal 13", asegura.
Vecchiola, cuya última aparición en televisión fue en Lola (2008), añade: "El cambio ha sido súper bueno porque es diferente a todo lo que estaba acostumbrado. Ha sido una experiencia muy gratificante, diferente, con una línea editorial nueva para mí y eso me tiene muy entusiasmado. Además, siempre hice cosas más románticas y más lejanas a la realidad". Luego remata: "Esta teleserie tiene mucho sexo, mucha droga y rock and roll", recalca.
Sobre su arriesgada decisión de firmar con la estación privada por los meses que dure el proyecto, el artista que el primer semestre presentó la obra Tape junto a Javiera Contador e Iñigo Urrutia, bajo la dirección de Álvaro Rudolphy, afirma que es un riesgo que hay que correr.
"Hay que tener agallas para poder soltar los contratos y aceptar propuestas novedosas. Si estás amarrado a un canal por un periodo largo, te arriesgas a que hay veces que debes aceptar papeles que no te acomodan. A mí me tocó actuar en teleseries en las que no quería aparecer, por encontrarlas fomes, pero no tenía la opción de decir no", confiesa.
Y concluye: "Necesitaba un cambio, tenía ganas de trabajar en una apuesta nocturna y por lo mismo, ahora estoy feliz con mi nuevo personaje. Quizás mañana regrese a Canal 13 con un producto aún más interesante, eso nunca se sabe".