1. CONFLICTO: Cuando la noche del jueves el timonel del PC, Guillermo Teillier, ingresó a la oficina privada de su par del PRSD, José Antonio Gómez, para reunirse con los presidentes de la Concertación, tenía claro que su desafío iba mucho más allá de sellar un acuerdo municipal por omisión con el conglomerado.

Teillier había logrado llegar a la recta final de la negociación con la Concertación paso a paso, luego de superar una serie de vallas, entre ellas las reticencias de sectores internos para estrechar lazos con el bloque y, sobre todo, la negativa DC a avanzar en un entendimiento político con sus históricos rivales.

El líder comunista espera estampar su firma durante los próximos días y sellar un inédito acuerdo con la Concertación que tuvo como fallido antecedente las negociaciones de 2008 para alcanzar un pacto de similares características.

2. ALIADOS: El aliado clave de Teillier en sus acercamientos con la Concertación ha sido el presidente del PS, Osvaldo Andrade.

Fue él quien lideró las gestiones ante la directiva DC para destrabar las negociaciones y lograr que la falange desistiera de sus pretensiones en Estación Central y Recoleta.

Andrade y Teillier cruzan propósitos. Mientras el timonel socialista comprometió ante la ex Presidenta Michelle Bachelet generar las condiciones para pavimentar su repostulación a La Moneda -lo que incluye la unidad de las filas opositoras- el líder comunista ha diseñado una reservada estrategia para posibilitar el regreso de su colectividad al gobierno. Frente a este objetivo, Teillier se ha empeñado en dar garantías de gobernabilidad a la clase política: lo ha hecho, desde el Parlamento -con una bancada ordenada- y, más importante, lo hizo durante las movilizaciones estudiantiles, donde apostó a instalar a los dirigentes de sus filas entre los sectores más moderados del conflicto.

Así, al interior de su colectividad Teillier cuenta con un círculo de hierro -Jorge Insunza, Lautaro Carmona y Juan Andrés Lagos- con quienes conforma el núcleo que ha concentrado las decisiones estratégicas que el partido ha tomado y a quienes se considera los autores del giro del PC.

3. ADVERSARIOS: La toma de la sede de la DC el viernes pasado por parte de adherentes del candidato falangista por Estación Central dejaron en evidencia la distancia con que un sector del partido mira un eventual pacto con los comunistas. La tienda que dirige Walker ha dejado en claro que el pacto con el PC es sólo instrumental y -hasta ahora- acotado a las municipales de octubre.

Además de las reticencias democratacristianas, Teillier deberá evitar una "revolución" de los sectores más ultra de la izquierda. Son ellos quienes han cuestionado duramente las políticas de las administraciones concertacionistas. Señales claras de que el giro comunista será fuertemente cuestionado en esos sectores son los resultados de las elecciones estudiantiles de los últimos meses. Tanto Camila Vallejo como Camilo Ballesteros debieron resignar derrotas en sus respectivas federaciones estudiantiles, al ser enrostrados por su interés en llegar a acuerdo con el gobierno.

4. OBJETIVOS: Según sostienen en las filas comunistas la apuesta de la cúpula de partido encabezada por Teillier está definida: suscrito un acuerdo municipal por omisión con la Concertación, el paso siguiente es avanzar en un entendimiento parecido en las parlamentarias de 2013.

En privado, sin embargo, se afirma que la meta más ambiciosa de los líderes comunista consiste en sellar un acuerdo programático con la ex Presidenta Michelle Bachelet -la carta presidencial más segura de la Concertación- para sumarse a su candidatura en primera vuelta y, eventualmente, tener participación en un futuro gobierno.

La apuesta marcaría un punto de inflexión para el PC, que en las últimas elecciones presidenciales ha optado por levantar su propia carta presidencial y sólo en segunda vuelta salir en respaldo de la carta concertacionista.