Tras la decisión del Comité Central del PC, de formar parte del gobierno de Michelle Bachelet, varios personeros del partido repetían que el hecho resultaba histórico, luego de 40 años fuera del poder. Aunque varios recordaban ayer que las dos veces anteriores que llegaron a La Moneda, las cosas no terminaron bien: con González Videla estuvieron 11 años en la ilegalidad y con la Unidad Popular vino el Golpe.

El diputado y presidente del PC, Guillermo Teillier, dice que hoy el compromiso es con el programa de gobierno y que ahí estará puesto el esfuerzo comunista. Sobre eventuales cargos a ocupar, agrega que "estamos a disposición de lo que la presidenta diga. En algún momento se irán a conversar estas cosas y si nos da espacio para que expresar preferencias, lo haremos en privado".

¿Podrían haber entrado al gobierno antes?

No estaban las condiciones. Quedamos excluidos del acuerdo por la salida política de la dictadura. Después del triunfo del No, hubo un programa de la Concertación, contribuimos con ese programa, lo votamos, pero no se cumplió.

¿Por qué ahora sí?

El programa de la Nueva Mayoría es totalmente distinto a los que implementó la Concertación.

¿En qué puntos tienen más y menos coincidencias programáticas?

Este no es el programa del PC. Pero tampoco del PS ni de la DC. Es un programa encabezado por Bachelet y que todos los partidos nos hemos comprometido a cumplir. No haré distingos en lo que más o menos me atrae, pero el cambio de Constitución es lo más de fondo.

¿Qué opina de que la presidenta electa haya descartado una asamblea constituyente?

No conozco esa aseveración. Hasta el último momento la escuché decir que no descartaba nada. Planteó la forma en que le parecía que debía hacerse: un camino institucional con participación ciudadana. Si es correcto lo que ella dice, a nosotros nos interesa. A mí me gustaría más una asamblea constituyente, pero la decisión la tendrá la presidenta.

¿Hay algún tema para ustedes intransable en el programa, que de no cumplirse podría hacerlos salir del gobierno?

No ha llegado hasta tanto nuestro análisis. El programa en sí no se puede transar, sería absurdo. Eso sería un quiebre, sería como que la presidenta negara la voluntad popular y política que está manifestando ante el país y yo le creo a la presidenta.

¿No es ingenuo pensar que algunas reformas contarán con votos de la próxima oposición?

Con los líos que tiene la derecha, quién sabe lo que puede pasar. No lo podemos desechar. Ahora, la Nueva Mayoría podría tener quórums para aprobar casi todas las reformas. Lo más complejo es la Constitución.

Cómo está la relación con el resto de los partidos de la Nueva Mayoría. El presidente de la DC, Ignacio Walker, ha hablado de "lealtades"...

No sé si lo planteó respecto de los comunistas o de todos, porque también se sintieron aludidos los socialistas. El lo hace como una prevención, no sé qué bicho le picó. Lo que hemos planteado es que en la Nueva Mayoría, ante los acuerdos programáticos, parlamentarios, hemos actuado lealmente y ellos también. Todos esperamos ser leales y todos nos vamos a ir llamando la atención si alguno no cumple.

¿Aumentará la presión tras los dichos de Gutenberg Martínez?

Es un personero de la DC el que hizo el planteamiento. De los otros partidos yo he escuchado todo lo contrario, que esperaban pronto nuestra resolución positiva. Tenemos claro que quien decide es la presidenta y que la DC, al igual que todos, se ha comprometido con el programa. Creo en ese compromiso, no tengo por qué ponerlo en duda. Y en temas de política internacional, muchos los tratan de meter de manera extemporánea...

¿Lo dice por Cuba, China?

Que además no ha tenido ninguna incidencia en Chile ni en la elección ni en el programa. Nosotros estamos trabajando de acuerdo con las condiciones en Chile y nuestro compromiso es con Chile. Entonces, creo que eso tampoco va a pasar a mayores, porque nosotros vamos a cumplir con lo que el programa dice respecto de política exterior, que es una política de Estado, y no creo que sea política de Estado ponerse a desestabilizar otros gobiernos, intervenir en política interna, sino más bien va a ser de integración, de buena vecindad.

¿Cómo abordarán estar en movimientos sociales y ser parte del gobierno?

El movimiento social tiene sus propias dinámicas. A nosotros nos eligen como dirigentes y cumplimos con ellos, nos hemos ganado su confianza. Ahora se abre la posibilidad de trabajar junto al movimiento social para empujar juntos el programa, contribuir en eso a la nueva Constitución. Por ejemplo, si no están todas las fuerzas en el Parlamento, bueno, que el pueblo exija que se cumpla con eso, tiene derecho porque es lo que se le ha prometido. Todos los partidos tienen dirigentes sociales. Todos deberían hacerse esta pregunta. Creo que Bachelet tiene claro que son papeles diferentes los que juega el gobierno y el movimiento social.