Si bien la Nueva Mayoría resolvería su candidato presidencial único en las primarias legales de julio, ayer los radicales dieron el primer paso y proclamaron al senador Alejandro Guillier como el abanderado oficial del Partido Radical. Y, aprovechando el hecho de que el legislador independiente es hasta ahora la carta presidencial más competitiva del oficialismo, según las encuestas, lo hicieron en un acto masivo, utilizando las herramientas de la comunicación política y del espectáculo.
Para ello, el PR reservó el centro de eventos "La Cúpula" del Parque O´Higgins, lugar que fue colmado en sus capacidades con cerca de dos mil asistentes, según cálculos de los organizadores. Un acto al que, además de los radicales, también se sumaron personeros de otros partidos de la coalición que respaldan al periodista, como los diputados socialistas Daniel Melo, Leonardo Soto y Daniella Ciccardini, su par del PPD Tucapel Jiménez, y el miembro de la comisión política del PC Juan Andrés Lagos.
Asistencias que fueron destacadas en varias oportunidades, tanto en los discursos, como en la transmisión en vivo a través de las redes sociales.
Guillier fue presentado por el timonel del PR, Ernesto Velasco, como "el Pedro Aguirre Cerda del siglo veintiuno", haciendo referencia a la figura del ex mandatario, una de las figuras señeras de los gobiernos radicales de mediados del siglo XX, una comparación que más tarde agradeció el senador por Antofagasta.
Pese a que hasta ahora Guillier había basado su estrategia de campaña en mantener distancia de los partidos para resaltar su sello de "candidato ciudadano", ayer matizó en parte su diseño. "No soy antipartidos, no escondo mi condición de político", dijo.
Guillier, eso sí, reiteró sus criticas a la falta de renovación en la política y a la forma en que ésta se realiza, cuestionamientos graficados en más de una ocasión con el concepto "cocina".
"No hemos sabido construir las reformas con la profundidad que la ciudadanía quiere, quizás porque no hemos leído bien el signo de los tiempos (...) explíqueme alguien cómo vamos a hacer una reforma educacional sin los profesores. ¡No más cocina chica!", dijo, provocando aplausos del público, en un extenso discurso en el que fijo posiciones en aspectos programáticos como pensiones, educación y descentralización.
En materia de contienda presidencial, sus silencios fueron tan elocuentes como sus posicionamientos. Agradeció la "valentía" de los políticos de otros partidos oficialistas que fueron a respaldarlos "anticipándose a las decisiones de sus respectivos consejos". Y obviando la primaria presidencial de la Nueva Mayoría, llamó a lograr "una gran victoria en diciembre".
La única mención a un presidenciable, de hecho, fue a Sebastián Piñera, a quien criticó con dureza. "No hizo ni una sola reforma real y sustantiva, ni siquiera en el plano económico, donde (él) tiene tantos éxitos personales", afirmó. "(Hubo) un par de medidas que a nosotros mismos se nos había quedado en el tintero -porque a algún personaje se le ocurrió que no era el momento- y con eso se pretendió vestir como un gobierno progresista, pero quiero ser bien sincero, fue un tiempo perdido, porque no pasó nada", enjuició sobre la administración del ex Presidente. En este sentido, valoró que el gobierno de Michelle Bachelet "cambiara la agenda del debate público", pero también calificó a las reformas del Ejecutivo como "débiles en su diseño y hasta algunas evidenciaron altos grados de improvisación".
Tras casi una hora de discurso -"me decían que no tenía contenido", ironizó a los cuarenta minutos de arenga-, la explosión de papel picado brillante y la cumbia de la Sonora de Tommy Rey a modo de cierre, Guillier saldría del recinto en medio de entusiastas seguidores.
Con todo, volvería al Parque O´Higgins cerca de las 18:00 para sumarse a la Fiesta de los Abrazos que, en paralelo, desarrollaba el Partido Comunista. No obstante el timonel del PC, diputado Guillermo Teillier, reiteró que recién "a fines de enero" su partido tomará una definición presidencial, el senador reconoció que necesita del apoyo comunista, "pero compartiendo, creando amistad cívica. El partido es muy ordenado, los comunistas son muy disciplinados. Tienen sus tiempos, hay que ser cuidadosos", dijo a La Tercera. Mañana, de hecho, volverá a reunirse con la directiva comunista para tener una "conversación programática", señaló.