En las últimas semanas, el senador Alejandro Guillier (ind. pro PR) ha sostenido reservadas reuniones con algunos parlamentarios y autoridades de gobierno de la DC. En ellas se ha tratado el cuadro presidencial que se está configurando; la compleja decisión de la Democracia Cristiana de contar con un abanderado propio el próximo año sin tener liderazgos competitivos; las dudas en torno al repunte del ex Mandatario Ricardo Lagos y la opción, aún lejana, de una eventual alianza con el mismo Guillier.

La versión oficial de la DC -férreamente defendida por la mesa y por los principales dirigentes de la colectividad- es que perseverarán en la determinación de llevar a un candidato de sus filas, y que las decisiones que se adopten en la Junta Nacional de enero irán orientadas en esa línea. En el resto de la estructura partidaria, sin embargo, esta convicción se flexibiliza.

Aunque aún son solo conversaciones de pasillo o llamados telefónicos, las ventajas de una eventual alianza con Guillier han comenzado a ser discutidas en un sector de la militancia. En particular en la facción de los "chascones", aunque desde otras tendencias internas tampoco descartan la idea de plano. Varios advierten que la primera opción sería instalar la candidatura de la actual timonel DC, Carolina Goic, pero que en caso de no configurarse ese cuadro el senador independiente es una carta por barajar.

Recientemente, el académico de la UDP, Mauricio Morales -quien suele elaborar informes electorales para la colectividad-, ha sociabilizado un diagnóstico: una sociedad entre Goic y Guillier sería funcional para marcar distancia con el ex Presidente Lagos, situándolo como un abanderado de la izquierda y disociándolo del centro político.

"Si bien la izquierda tiene más nombres- Lagos, Allende, Insulza- ninguno de ellos está en condiciones de ganar una elección presidencial. Goic y Guillier representan más claramente los atributos de renovación y moderación. Por tanto, tienen más espacio para crecer. Los chilenos son moderados y graduales, no extremos y refundacionales como se argumentó al inicio del gobierno de Bachelet", explica Morales.

En su opinión, esta alianza podría extrapolarse a una lista parlamentaria conjunta el próximo año con los radicales y, además, sería útil tanto en el escenario de querer "rescatar" a la Nueva Mayoría -mediante un rebalance de la influencia del centro y la izquierda en su interior- como en el cuadro que se configuraría si el bloque no prospera como pacto electoral. La DC y el PR suman un 22% de la votación -explica-, y añade que considerando el nuevo sistema electoral "ambos partidos podrían defenderse de manera razonable generando una nueva coalición de centro".

Aunque varios dirigentes DC, como Andrés Zaldívar y Jorge Burgos, han manifestado públicamente su inclinación por Lagos, en parte importante de la colectividad se mantienen las dudas respecto de si su campaña llegará a noviembre del próximo año. Además, comentan que es sintomático que muchos candidatos municipales opten hoy por pedir el apoyo de Guillier y no el de Lagos. De hecho, hoy el senador estará en Talca respaldando a la candidata DC María Luisa Villagrán.

El principal inconveniente -además de la resolución partidaria de llevar un candidato propio- es que en el sector más conservador de la DC no ven con buenos ojos la opción de Guillier. Varios coinciden con la visión del senador Ignacio Walker, quien lo ha situado como una figura con rasgos populistas y demagógicos. Explican este juicio por lo que consideran equivocaciones del eventual candidato: que se plantee a sí mismo como un personaje "alejado" de la política tradicional -generando el rechazo de la elite-, su desmarque de Lagos, y algunos errores conceptuales, como haber afirmado que la democracia es "el plebiscito de todos los días". Esto, además de la ampliamente criticada ausencia de definiciones en materia de contenidos.

Para muchos, respaldar a Guillier sería como revalidar un segundo periodo de Bachelet, lo que generaría costos para la colectividad. No obstante, quienes valoran esta posibilidad señalan que, a diferencia de lo que ocurrió con la actual Mandataria, Guillier cuenta con respaldo ciudadano, pero no tiene una estructura partidaria de carácter nacional detrás. Por lo mismo, en esta oportunidad la DC -que tiene la estructura partidaria pero no al candidato- tendría una alta capacidad de negociación, entre otras cosas, en materia programática.