Llamados desde la fundación Chile 21 recibió hace algunos días el ex Presidente Ricardo Lagos. ¿El motivo? Ver su disposición para sumarse a un documento promovido desde el centro de pensamiento para generar un acuerdo entre las candidaturas de la centroizquierda para segunda vuelta.
De acuerdo a fuentes del think tank, el ex mandatario, aunque no ha querido adherir al texto, ha señalado que tras los comicios hará un llamado a votar por quien pase a la segunda vuelta. Sin embargo, no asumiría un rol mayor tras el balotaje, como le han solicitado figuras del bloque, en especial aquellas calificadas como de ADN concertacionista.
El rol de Lagos ha sido uno de los puntos de desencuentro entre los personeros del comando de Alejandro Guillier y los parlamentarios históricos que adhieren a su candidatura, graficando las tensiones entre ambos "bandos" para enfrentar lo que será una "nueva campaña" tras la elección del 19 de noviembre.
Mientras personeros como los senadores Carlos Montes (PS) -jefe territorial de la Región Metropolitana- y Guido Girardi (PPD) -quien no participa formalmente en el comando- o el coordinador del comité político estratégico, Sergio Bitar (PPD), han promovido el rol de Lagos y del ex Presidente Eduardo Frei para articular al conglomerado frente a Sebastián Piñera en un balotaje, en el núcleo central del comando existe un diagnóstico contrario: que acercarse a Lagos es una estrategia que "no suma" hoy a Guillier.
Según distintas fuentes del comando, en esa línea estarían el jefe de gabinete del candidato, Enrique Soler; el jefe de comunicaciones de la campaña, Juan Andrés Lagos (PC); el jefe territorial, Arturo Barrios (PS), y el hijo del abanderado, Andrés Almeida, quien ha asumido un rol cada vez más protagónico en la campaña, según dicen en el entorno del candidato.
Sin embargo, esa no es la única desavenencia. En los partidos resienten que dicho grupo ha instalado el concepto de "renovación" en la campaña -lo que se cristalizó con la nominación de Osvaldo Correa como jefe del comando-, marginando a personeros históricos del oficialismo en las definiciones reales de la campaña. A esto se suma el crítico diagnóstico sobre algunos desaciertos del propio candidato y su comando en las últimas semanas, entre ellos el impasse que se generó en torno al programa del abanderado. Esto, luego de que el propio Guillier señalara que sólo se entregará un "compendio", lo que abrió un nuevo flanco en su candidatura.
Bajo ese cuadro, acusan también que no se ha diseñado una estrategia para la orgánica del balotaje: desde el eslogan hasta la franja (la actual fue mal evaluada incluso en parte del comando) y en la articulación política.
Si bien Guillier ha encomendado a personeros como Bitar preparar el terreno con la DC, a lo que se han abocado también dirigentes como el ex ministro Isidro Solís (PR) y Montes -sosteniendo diálogos con dirigentes de la falange como Andrés Zaldívar, Jorge Burgos y Belisario Velasco-, en la denominada vieja guardia acusan "desorden" para enfrentar el escenario político que se viene cuando quedan 16 días para la primera vuelta.
Así, comparan el escenario con el de anteriores campañas de cara a una segunda vuelta que afrontó la entonces Concertación, donde se trabajaba con un "modelo estratégico", algo que -dicen- no se ha logrado articular hoy en el bloque de gobierno. Esto, en todo caso, también lo atribuyen a la dispersión de las fuerzas de centroizquierda en estos comicios.
Algunos han alertado al comando de que si no se llega a definiciones en lo inmediato, es casi imposible construir una campaña potente para el 17 de diciembre, que es cuando se realizará la segunda vuelta. Así, acusan que el actual comando no ha sido "proactivo".
Por lo mismo, en los últimos días los partidos han comenzado a presionar desde ya para que Guillier rearme el comando para segunda vuelta e integre en la primera línea figuras de mayor "peso" y experiencia política que asuman uno de los grandes desafíos del balotaje, como es, precisamente, la articulación de la centroizquierda.
"Lo que me parece es que habrá que diseñar una segunda vuelta como una elección distinta a la primera vuelta. Una segunda vuelta requiere una gran capacidad de articulación, ya no sólo de un mundo diverso como el que hoy está con Alejandro, sino que muchos otros mundos. Y el desafío para cualquier candidato que pase a la segunda vuelta es articular e incorporar contenidos y actores más allá de ellos mismos", dijo Girardi a La Tercera.
Una discusión similar estuvo presente a mediados de año, cuando se articuló el comando y desde los partidos pidieron la llegada de un generalísimo. Guillier finalmente optó por la figura de Correa, quien entonces se desempeñaba como secretario general del PR.
"Yo creo que, efectivamente, se requiere del concurso y la voluntad de todos, no solamente gente con gran experiencia, sino que rostros nuevos y figuras emergentes para lograr el objetivo final, que es que Alejandro Guillier sea el Presidente de Chile", dijo el jefe del comando a este diario.
Hoy, en tanto, integrantes del equipo realizarán un punto de prensa -el segundo en una semana- para anunciar un puerta a puerta que se inicia el sábado y que apunta a dar mayor dinamismo y movilidad a la campaña del senador independiente.