"Las encuestas demuestran que vamos a tener segunda vuelta, sabemos que vamos a ser nosotros los que vamos a pasar a segunda vuelta y confío en que vamos a ser capaces de acoger una postura progresista para Chile (...). En Chile la centro izquierda y el progresismo siempre han sido mayoría, las únicas ocasiones en que la derecha ha ganado, es cuando nosotros nos hemos dividido y esa lección yo espero que todos la hayamos aprendido".
Flanqueado por los jefes del Partido Radical y del Partido Socialista, Ernesto Velasco y Álvaro Elizalde, además de candidatos al Parlamento con los cuales se tomó fotografías de campaña, el candidato presidencial Alejandro Guillier (PS, PPD, PR, PC, IC y MAS) explicitó un llamado a las fuerzas progresistas a unirse en un eventual balotage.
Consultado si una alianza de ese tipo incluye a sectores como el Frente Amplio o el PRO de Marco Enríquez-Ominami (MEO) el candidato aseguró que "incluye a todos los chilenos que estén por un Chile progresista" y ante la posibilidad de que los partidos busquen eun ntendimiento previo a la primera vuelta agregó: "hay sectores con los que tenemos la mejor voluntad de apoyarnos y de trabajar agendas comunes, hay bastantes conversaciones al respecto".
El llamado de Guillier sería secundado por los presidentes de las colectividades que apoyan al abanderado, quienes reforzaron la solicitud de un acuerdo de cara a diciembre (fecha de la segunda vuelta), asegurando que éste debe ser sin "exclusiones".
Y es que a setenta y cinco días de las elección presidencial y parlamentaria los partidos que respaldan a Guillier han reforzado en público y en privado las gestiones considerando la realidad que mostró la última encuesta CEP del viernes 1 de septiembre.
Si bien el sondeo no trajo buenas noticias para el guillerismo en primera vuelta: el candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, obtuvo un 31,3% de preferencias frente a un 14,5% de Guillier, quien además acortó su distancia con Beatriz Sánchez (10,2%), la misma encuesta posicionó al hoy senador independiente como la figura más competitiva en segunda vuelta: 32,1% del voto en urna frente al 39,5% del ex Mandatario.
El apoyo de las "fuerzas progresistas podría viabilizar un triunfo en diciembre", fue la lectura en los partidos de Guillier.
Bajo ese cuadro, el trabajo de las colectividades y ensectores del comando se han centrado en dos líneas. Por un lado, buscar entendimientos con la DC y, por el otro, con partidos fuera del pacto.
Aunque se han cuidado de no aparecer forzando a sectores donde existe debate interno sobre un posible apoyo a Guillier que evite el triunfo de Piñera -a la fuerza no hay cariño, dijo Velasco - internamente se han ido construyendo las primeras señales.
Quien ha asumido un rol en esa dirección es el la Fundación Chile 21, centro de pensamiento de la centro izquierda en el que participan personeros como el ex ministro Francisco Vidal -del comando de Guillier-, el ex secretario general del PS y presidente del organismo, Pablo Velozo y el ex ministro de la Concertación y padre de ME-O, Carlos Ominami.
Este miércoles, según dicen fuentes del organismo, la fundación acogerá en un seminario a Guillermo Larraín, representante del equipo económico de la abanderada DC, Carolina Goic, y la próxima semana se espera la presencia de Nicolás Grau, parte del equipo programático del Frente Amplio.
"Son señales que ayudan" dicen en el oficialismo.
De hecho, en los equipos de Guillier existe conciencia de que mientras sectores de la DC están presionando internamente por generar un acuerdo de segunda vuelta que le permita al partido lograr cierta ingerencia en el marco de un acuerdo de gobernabilidad, en las filas guilleristas reconocen también que en el Frente Amplio, si bien muchos de sus partidos y movimientos apuestan por plebiscitar su postura, ven con atención el rol que puedan cumplir referentes del joven conglomerado ligados a la ex Concertación (ver nota secundaria).
Crítica a La Moneda
En tanto, y en medio del trabajo electoral de cara a las campañas, timoneles de la Nueva Mayoría hicieron ver su molestia al ministro del Interior, Mario Fernández, por sus dichos el fin de semana en entrevista La Tercera, en la cual señaló -tras las crisis por Dominga que gatilló la salida del equipo económico del gobierno- que "la Presidenta y sus ministros no gobiernan pensando en las elecciones".
La declación del jefe de gabinete se había producido luego de que desde el oficialismo advirtieran que la crisis de La Moneda podría traer costos electorales al bloque.
Así, en el comité político de este lunes, el primero en que Nicolás Eyzaguirre participó como nuevo ministro de Hacienda y Gabriel de la Fuene como jefe de la Segpres, algunos presidentes de la Nueva Mayoría cuestionaron los dichos de Fernández, quien aclaró sus palabras al interior de la cita.
"El gobierno no puede ser neutro, no le puede dar lo mismo quién gobierne (...) no puede ser indiferente frente lo que es el resultado de las próximas elecciones", dijo Velasco, mientras su par del PPD, Gonzalo Navarrete, precisó que "a lo que él se refiere y la explicación que nos da es que una parte de la tarea del gobierno es identificar su sentido, su ethos, su responsabilidad, pero que no es tarea del gobierno hacer campaña y en eso creo que estamos todos de acuerdo".