Hace tres meses el guitarrista de The Rolling Stone, Ronnie Wood, fue diagnosticado con cáncer al pulmón. Una noticia que no había sido revelada hasta el día de hoy en una entrevista con Daily Mail.
En la conversación detalló cómo el diagnóstico devastó su vida y que mantuvo en secreto para que nadie "pasara por ese infierno" junto a él y su familia. Wood contó que lo llevó vivir un periodo muy oscuro en su vida, incluso planeó decirle adiós a su familia.
Durante la entrevista relató cómo fue el momento del diagnóstico. Visitó a su viejo y buen doctor que examina a todos los integrantes de The Rolling Stone, ya que antes de comenzar una gira, los integrantes deben pasar por un chequeo médico.
Todo comenzó con una serie de exámenes de rutina. El doctor le preguntó si quería hacerse un chequeo en profundidad para analizar "su corazón, pulmones y sangre". Wood aceptó.
"Entonces volvió y me dio la noticia de que tenía esa supernova ardiendo en mi pulmón izquierdo. Y, para ser completamente honesto, no me sorprendió", confesó el músico. "Me preguntó (el doctor) qué quería hacer y mi respuesta fue simple: 'sácamelo'".
Tuvo que esperar una semana eterna la cual no sabía qué estaba sucediendo, debían descubrir si es que había un "campamento" en la zona "y si se había propagado a mis ganglios linfáticos. Si había pasado entonces estaba en todo mi cuerpo" el cáncer.
El guitarrista de 70 años rechazó pasar por la quimioterapia porque no quería perder su famosa cabellera. "No iba a perder mi cabello. Mi pelo no se iría a ningún lado". En lugar de este largo proceso, fue operado al pulmón.
"Justo antes de cerrar los ojos para la operación, miré a mi doctor y le dije 'que comience la batalla'", relató.
"Hubo una semana en la que todo pendía de un hilo y podría haber sido el momento de bajar el telón y decir adiós. Nunca sabes qué es lo que va a pasar", reveló Wood.
El músico había dejado de fumar hace alrededor de un año, justo antes de que nacieran su dos gemelas, Gracie Jane y Alice Rose.
Wood asegura que ahora se encuentra "bien" tras la operación y cada tres meses debe hacerse revisiones.