La banda sonora del filme El bueno, el malo y el feo para abrir el espectáculo. Pirotecnia de altos vuelos en medio de su inagotable repertorio de hits y delirio asegurado de sus fans. La fórmula Metallica sigue funcionando y lo hizo con eficacia en el show que ofrecieron la semana pasada en Rock in Rio. Aprovechando el paso por la ciudad, presentaron también su película Metallica: Through the never, dirigida por Nimród Antal, en la que la historia ficticia de un chico que trabaja como ayudante de la banda se intercala con sus megaconciertos en un formato de megaproducción en 3D. En conversación con La Tercera, el guitarrista Kirk Hammet -de bermudas y ojotas- entrega su sinopsis para este proyecto que en Chile se estrena el 24 de octubre.

¿Cómo surgió la idea de esta cinta?

Hace cuatro años, nuestro manager nos propuso construir un gran escenario en el que tocaríamos nuestros mejores temas, donde también se proyectarían imágenes. Pensamos en algo diferente, en una historia narrativa de ficción paralela, y entonces contactamos con Nimród y nos pusimos de acuerdo para encontrar el contexto perfecto.

¿Les costó mantener su esencia al trabajar con gente de Hollywood?

En la industria musical te encuentras con situaciones en las que quieren cambiar tu forma de trabajar para vender. El cine es lo mismo, de modo que decidimos financiar nosotros la película para tener total independencia. No nos pagaron en los últimos años porque todo el dinero iba a la película, pero al menos teníamos el control artístico.

¿Siente que la película puede motivar más experiencias similares?

Es algo en lo que he pensado. Tal vez dejen de existir los discos como tales y lo que se creen sean películas con canciones.

En el filme hay un enfrentamiento entre manifestantes y policías. ¿Quisieron conectar con las protestas de, por ejemplo, Chile?

He oído hablar sobre esas manifestaciones pero nada de lo que aparece está inspirado en la actualidad. Está influenciado por Metallica y por nuestros sentimientos, no tanto en un sentido político. Si hay alguna conexión con esos jóvenes, tendrá que ver con el espectador.

Eso sí, durante esta temporada, Metallica nuevamente pudo estar vinculado con Chile: la banda había cerrado un tour que, a partir de su paso por Rock in Rio, también arribaría a Santiago y Buenos Aires entre septiembre y octubre. Sin embargo, la cercanía con los shows de Iron Maiden y Black Sabbath abortó el plan, aunque sus representantes ya gestionan su vuelta a la región para 2014, con marzo como la primera opción. "No tengo los detalles de lo que pasó (para no ir a Chile), pero tuvimos que tomarnos ese respiro necesario. Chile es fantástico y lo amamos. Recuerdo a la gente realmente apasionada cuando tocamos allá. También me gustaría ir por mi cuenta y a surfear".

Su último disco, Lulu, que grabaron con Lou Reed, fue un fracaso comercial. ¿Cómo lo sienten hoy?

No lo fue para mí. Fue una de las mejores cosas que hemos hecho. Junior dad es una canción que me hace perderme en lágrimas. Creamos música para satisfacernos. Si le gusta a la gente, es un bonus, y si no, no pasa nada. La colaboración con Lou fue un ejemplo de algo que nos salió diferente, inesperado, apasionante.

Con tantos años tocando, ¿qué proyecto queda por realizar?

En mi caso, hacer surf alrededor del mundo. Lo único que me preocupa es la familia, la música y el surf.