"Me volví a sentir jugador, importante dentro de la cancha. Pasaron casi tres meses desde mi último partido y ante Magallanes me sirvió para ir agarrando ritmo y confianza". Fiel a su estilo, Gustavo Lorenzetti ratificó en 70 minutos su calidad, la misma que lo tuvo, hasta antes de su lesión, como titular inamovible.

"Era un buen momento para reaparecer. Me dejó feliz, lo mismo que la vuelta de Waldo (Ponce), uno de otro nivel, que ahora también va a sumar a una linda competencia por un puesto", aseguró el Duende, a la salida del Santa Laura.

Por primera vez le tocará pelear la titularidad en la U desde el banco...

Es así. Me tocó un periodo obligado de para y el equipo ha respondido muy bien, lo que me tiene muy contento.

Asume que parte desde atrás...

Lo tengo claro. Siento que parto desde atrás por la lesión, pero no me puedo quejar. Nunca me había pasado (una lesión tan larga), pero ya estoy de vuelta, sumé minutos y me sentí bien. Sé que lucharé desde atrás y voy a pelearla para recuperar mi lugar, en una competencia sana y bonita por un puesto. Más allá de quién juegue, nos pone feliz a todos el nivel del equipo y de los titulares, lo que decide el técnico. En la U debemos pelear el título hasta el final... Huachipato será muy difícil.

Lorenzetti, quien mañana irá al banco, ya le pone presión a Ramón Fernández y al propio Patricio Rubio, pues Lasarte lo tiene como alternativa por el sector izquierdo.

Ponce: "Ojalá pueda jugar"

A la par, Waldo Ponce abordó ayer su esperada reaparición y sus expectativas. "Me sentí bastante bien y raro. Cuando precalentaba, les decía a mis compañeros que yo debía estar afuera... La lesión (al tendón de Aquiles) no me provocó ningún dolor. Voy tranquilo y sé en el lugar que estoy. Es bueno que el equipo esté bien y ojalá pueda jugar", dijo Ponce. "Será una linda pelea en la defensa y una difícil decisión para el técnico... Le agradecí  (a Lasarte) en la charla, pues le recalcó al grupo lo que yo había luchado para volver y que era un privilegio jugar conmigo", añadió el zaguero, quien lució una polera con los nombres de todos quienes lo ayudaron en su recuperación.

Su familia, el doctor Giovanni Carcuro y el kinesiólogo Mauricio Hernández, clave en su vuelta, estaban grabados en su prenda.