Exonerado de la Universidad de Chile, en 1974 Gustavo Meza decidió enfrentar los días que corrían de la única manera que sabe hacerlo: desde el teatro. Junto a los actores Tennyson Ferrada y Jael Unger, fundó la compañía Teatro Imagen y estrenó textos de autores nacionales hasta entonces desconocidos, como Te llamabas Rosicler de Luis Rivano (1976), Lo crudo, lo cocido y lo podrido de Marco Antonio de la Parra (1978) y Cuestión de ubicación de Juan Radrigán (1980).
"Además del trabajo teatral; una de nuestras principales preocupaciones fue la formación de autores, directores y actores. Las generaciones que educamos están vigentes", dice Gustavo Meza, quien desde junio celebra de los 40 años de la compañía y posterior escuela.
"Cuatro décadas en teatro son mucho más que medio siglo", recalca. Por eso, planeó una fiesta en grande: el reestreno de seis montajes emblemáticos con sus elencos originales. Obras como La reina Isabel cantaba rancheras, Hamlet y Murmuraciones acerca de la muerte de un juez ya se han presentado en el Teatro Mori y la propia Sala Imagen, ubicada en el corazón de Bellavista. El ciclo se cierra con El último tren, obra escrita y dirigida por Meza que debutó en junio de 1978 con Tennyson Ferrada de protagonista. La historia retrata a un Chile en crisis: las autoridades deciden cerrar el último ramal del tren al sur dejando a muchos trabajadores sin su fuente laboral. Uno de ellos es Ismael Maragaño, jefe de estación. El personaje está inspirado en un sujeto real, a quien Ferrada conoció en su niñez en Renaico.
"Los ramales se suprimen con el régimen militar por una razón política: la oligarquía controlaba el transporte por barco y, claramente, el ferrocarril les arruinaba el negocio. Con ello se vio afectado no sólo el movimiento de personas, sino que, sobre todo, la circulación de la cultura. En ese sentido, esta obra opera como metáfora de lo que sucedía en Chile", dice Meza.
Ismael Maragaño volverá a la vida a partir de hoy en la sala Antonio Varas de la Universidad de Chile. El encargado de interpretarlo es Ramón Nuñez, uno de los actores emblemáticos del Teatro UC. A un día del estreno no esconde su emoción: es su primera vez sobre el escenario de Morandé 25. "Para mi es un placer y un honor actuar allí, sobre todo con El último tren, mi obra favorita. Siempre quise hacerla, pero, lamentablemente, en el Teatro de la UC nunca se interesaron. Con Gustavo (Meza) nos une una tradición de amistad y de colegas de teatro de casi 50 años. Soy su fan", declara Nuñez. "En broma nos tratamos de Premio Nacional a Premio Nacional", agrega Meza.
Completan el elenco Elsa Poblete, Pablo Teillier y Nicole Urzúa, quien interpreta a Violeta, hija de Maragaño. "Otro de los temas que cruza la obra es la prostitución juvenil. Aquí lo planteamos con forma de melodrama, para que se entendiera lo que estaba pasando en el país. Nos importaba rescatar esa misión del teatro: que el público reconozca el mundo en el que está viviendo".