Juan Reinaldo Sánchez tuvo uno de los trabajos más complejos del planeta. Entre 1977 y 1994, es decir durante nada menos que 17 años, fue uno de los guardaespaldas personales de Fidel Castro. Sánchez fue la sombra del entonces líder cubano. Y no sólo anotó en pequeñas libretas todas sus actividades, sino que también más de alguna vez debió probar los alimentos del "Comandante en Jefe" por miedo a un posible envenenamiento. También se enteró de más de 100 intentos frustrados de asesinato, de su compleja relación con Raúl Castro y de sus secretos más oscuros, como una isla privada que, según él, Fidel Castro tiene en Cayo Piedra, con piscina y yate de lujo, el Aquarama II.
Como varios otros ex miembros del círculo de hierro de Castro, ya sean figuras políticas o miembros de la escolta del primer anillo de seguridad, la "desgracia" de Juan Reinaldo Sánchez apareció un día de 1988, cuando de "casualidad" escuchó una conversación entre el Presidente cubano y el ministro del Interior de aquella época, general José Abrantes.
"Fidel estaba dirigiendo el tráfico de cocaína como un verdadero padrino. Fue un shock tremendo. Me sentí utilizado. Había querido dar la vida por un hombre que era un narcotraficante", cuenta Sánchez, que llegó a teniente coronel. Hasta ese momento, para este guardaespaldas Fidel Castro era un dios, alguien por el que no sólo estaba dispuesto a dar su vida, sino que él quería dar su vida por él.
Fue así como en 1994 Sánchez quiso "jubilarse" de manera anticipada y pagó ese "pecado" con dos años de cárcel. Según él, el régimen cubano intentó suministrarle un fármaco para que muriera producto de un derrame cerebral. Una vez que dejó la cárcel, en 1996, el ex guardaespaldas intentó en 10 ocasiones dejar Cuba, hasta que logró su objetivo en 2008.
Entonces se instaló en Miami, la capital del exilio cubano, y desde ahí comenzó a tejer y a elaborar sus memorias que derivaron en el libro "La vida oculta de Fidel Castro", obra que lanzó en noviembre. En conversación con La Tercera desde esta ciudad estadounidense, Sánchez es tajante al hablar del reciente y sorpresivo acuerdo entre Raúl Castro y Barack Obama para restablecer relaciones después de 53 años: "Creo que no ha habido un peor momento que este para el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, cuando se avecina una situación crítica para el gobierno de Venezuela, principal socio y sostén económico del gobierno cubano".
"Este es sin duda un paso obligado para La Habana. El gobierno de la isla sabe mejor que nadie lo que se le viene si el precio del petróleo sigue cayendo", plantea.
Durante sus largos años junto a Fidel Castro, Sánchez observó de cerca su relación con Raúl Castro, el actual gobernante de la isla. "Desde su infancia fueron uña y mugre. Para Raúl, Fidel es una suerte de padre sustituto. Raúl ha estado toda la vida influido por Fidel", cuenta Sánchez. "En los momentos cada vez más escasos de lucidez, Fidel aún da su opinión. Y Raúl lo escucha. Raúl siempre tuvo un miedo atroz a que Fidel lo criticara. Hasta el punto de que cuando Raúl cambió el uniforme de las Fuerzas Armadas, mandó a vestir a cuatro muchachos con distintos uniformes para que Fidel eligiera", dice el ex guardaespaldas.
¿El acuerdo con EE.UU. hubiese sido posible con Fidel?
Sé que a Fidel no le ha resultado fácil aceptar este acuerdo con Estados Unidos, pero es que no le ha quedado más remedio. Ve la catástrofe de la economía venezolana.
¿Por qué Fidel Castro se ha mantenido en silencio?
Porque está en un momento crítico de su enfermedad. Pero que no quepan dudas de que Raúl no se atrevería a hacer nada de esto sin consultarlo con su hermano.
¿Cuál será el impacto inmediato del acuerdo en Cuba?
Las medidas flexibilizadoras de Obama conllevarían a mejoras económicas para el gobierno cubano, aún cuando Obama tiene en contra un Senado y un Congreso republicano en 2015 que se opone en su mayoría a darle concesiones a los Castro sin obtener cambios de libertad y democracia para el pueblo cubano.
¿Cómo ve los cambios que ha intentado llevar a cabo Raúl Castro en los últimos años? ¿Piensa que Raúl y Fidel son lo mismo o son muy diferentes?
Fidel y Raúl son lo mismo en cuanto a sus ideas políticas y maneras de manejar los destinos de Cuba. En lo que son diferentes es en las características individuales de cada uno. Mientras Fidel es un hombre inteligente y con un poder de convencimiento extraordinario, por citar solo algunas características, Raúl carece de todas ellas.
Juan Reinaldo Sánchez cuenta también que uno de los secretos mejor guardados de Fidel Castro es su fortuna personal, que él calcula en US$ 3 mil millones. Y que antes de caer enfermo en 2006, sufrió dos episodios de extrema gravedad, en 1983 y 1992.