Hanieh, de 22 años, acaparó la atención mundial hace un año cuando se infiltró vestida de hombre en un partido de fútbol en Teherán. En mayo de 2016, la joven se puso cinco poleras e igual número de pantalones y fue a ver un partido de su equipo favorito, el Persépolis, que enfrentaba la final con el Rahahan. Toda una odisea.
Esto porque a partir de 1982 la República Islámica de Irán prohibió que las mujeres asistan al fútbol u otros eventos deportivos.
"Había dicho que iría al estadio Azadi y ya estoy aquí", escribió la joven en esa oportunidad en su cuenta de Instagram. Su "hazaña" provocó una serie de críticas en el país. "Hay que detener a esta chica que no respeta las normas, ponerla en una jaula y quemarla ante el mismo estadio para dar una lección a todas las mujeres amantes del fútbol, no solo en Irán, sino en todo el mundo", se leía en un comentario del sitio web Tabnak, que la misma Hanieh difundió.
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La joven disfrazada de hombre en el estadio Azadi, en mayo de 2016.[/caption]
"¿Por qué delito quieren quemarme? ¿Quizás por el placer de mirar el partido de mi equipo favorito y animar a sus jugadores o quizá por haber estado entre hombres que se dirigían a mí de forma respetuosa?", fue la réplica de la joven.
Tras dar a conocer su osadía, la cuenta en Instagram de la joven sumó casi 17 mil seguidores y se llenó de comentarios de apoyo y de mensajes en los que los usuarios le han advertido del peligro que corre al realizar acciones como ir a estadios de fútbol. Esto porque puede ser identificada fácilmente por las autoridades.
Su gesta motivó a muchas jóvenes y también es reflejo de los "nuevos tiempos" que corren para muchos en Irán, en la era de las redes sociales. Según El País, las mujeres que logran entrar a los estadios está aumentando e incluso algunos espectadores las ayudan para que la policía no las descubran.
Irán se prepara para celebrar sus elecciones número 12 desde 1979, en la que se presentan seis candidatos, el próximo 19 de mayo. Hanieh conversó con La Tercera precisamente sobre las expectativas que tienen los jóvenes iraníes sobre este nuevo proceso electoral.
"Nuestra gente no tiene un rol en la elección no tenemos ningún efecto en los comicios del gobierno, porque todo está previamente planeado", señala. "Nuestros jóvenes están enojados", sostiene. Y eso que, como muestra de los "nuevos vientos" que soplan en Irán, el país concretó en 2015 con Occidente un acuerdo para limitar su programa nuclear a cambio del levantamiento de sanciones.
Cuando a Hanieh se le pregunta sobre si se ha percibido algún cambio desde que asumió Hassan Rouhani en 2013, en reemplazo de Mahmoud Ahmadinejad, con la promesa de llevar adelante reformas, explica que no tienen nada que ver con los jóvenes. "No nos concierne porque ellos sólo piensan en sus intereses", indica. "Todos estamos en la misma situación, así que no existe diferencia al momento de elegir. Todo está en ruinas. Las esperanzas se han ido, todos nosotros vivimos como los muertos", concluye.