El gobierno argentino ordenó este miércoles a todas las fuerzas de seguridad buscar al testigo en una causa que investiga la muerte de un obispo comprometido con la defensa de disidentes durante la última dictadura militar y que permanece desaparecido desde el lunes.

"El hecho de no tener datos de su paradero es altamente preocupante para el gobierno nacional", expresó el ministro de Justicia, Julio Alak.

Víctor Oscar Martínez, de 52 años, desapareció el lunes tras salir de su casa en el barrio de Palermo, según denunció su mujer ante la justicia. Su desaparición hizo recordar de inmediato lo ocurrido con Jorge Julio López, del que nada más se supo tras declarar en un juicio contra un ex alto jefe policial en 2006.

Martínez declaró como testigo en una causa que busca esclarecer la muerte del obispo de San Nicolás -en el norte de la provincia de Buenos Aires- Carlos Horacio Ponce de León, ocurrida en julio de 1977 en un accidente automovilístico.

Martínez era colaborador del religioso y lo acompañaba en el viaje, pero sobrevivió.

Se sospecha que el siniestro pudo haber sido intencional debido a que Ponce de León presentaba hábeas corpus a favor de disidentes desaparecidos durante la dictadura (1976-1983).

Según organismos de derechos humanos, al momento de su muerte el obispo Ponce de León se dirigía a Buenos Aires con documentación relativa a la represión ilegal en la zona de su diócesis para presentar ante la Nunciatura Apostólica. Los papeles desaparecieron tras el accidente.

Un año antes también murió en un confuso accidente el obispo de la provincia de La Rioja, Enrique Angelelli, otro activista contra los métodos de la dictadura.

"Por expresa orden de la presidenta (Cristina Fernández) se está trabajando para obtener datos que permitan ubicar a Víctor Martínez y además están trabajando todas las fuerzas federales y de seguridad", explicó Alak.

La abogada de la familia Martínez, Gabriela Scopel, declaró que su cliente fue amenazado de muerte en 2009 y que se le advirtió "no molestes más con San Nicolás".

Tras recuperarse del accidente de 1977, Martínez fue arrestado. Durante su cautiverio, denunció que fue torturado para sacarle información sobre las actividades del obispo.

El testigo acusó ante la justicia al ex teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant de haber amenazado al obispo Ponce de León antes de su muerte.
El ex militar, pese a estar procesado en varias causas, sigue libre.

Según el sitio de internet del Poder Judicial, Martínez fue procesado por el delito de falso testimonio por el juez que investiga el caso de Ponce de León, Carlos Villafuerte Ruzo. No obstante, este magistrado está apuntado por organismos de derechos humanos y por el propio gobierno por la demora en tramitar varias investigaciones sobre la represión ilegal.

El gobierno abrió una línea telefónica gratuita para que los ciudadanos se comuniquen en caso de contar con datos sobre el paradero del testigo.