Si cada nuevo disco de My Morning Jacket se entiende como un viaje distinto, el punto de partida de cada travesía vendría a ser el elemento definitorio. En Z (2005), el álbum que los convirtió en uno de los favoritos de la escena rocanrrolera, el lugar escogido fueron las imponentes montañas de Catskill, en Nueva York; para Circuital (2011), una fría iglesia de Kentucky; y ahora, para The waterfall, que lanzaron al mercado la semana pasada, todas las canciones nacieron y se grabaron durante una temporada en una hermosa casa en una playa de California.
¿El resultado de esas sesiones? Un álbum de diez elaboradas y evocadoras composiciones, que medios como Rolling Stone han calificado como el trabajo "más soleado y sicodélico" del quinteto estadounidense.
"Fue un proceso maravilloso, en el que en cualquier momento podíamos parar de trabajar y salir a caminar, comer juntos o ver el atardecer cada tarde", cuenta el bajista Tom Blankenship, al teléfono con La Tercera desde Estados Unidos, rememorando esas nueve semanas de trabajo en una casa-estudio con ventanales que daban al Océano Pacífico.
"Tal como cuando hicimos el disco anterior, esto fue como un campamento de boy scouts, pero bastante más hermoso. En comparación a Circuital, hacer este álbum fue como unas vacaciones, unas vacaciones sicodélicas", añade el músico sobre el nuevo trabajo -del que ya suena el primer single, Big decisions-, que pese a su espíritu lisérgico no deja de lado la vocación country y rock del grupo que lidera el vocalista Jim James.
Fue precisamente éste último quien, junto con producir el álbum, ideó los demos de las diez canciones que quedaron en el corte final. Los descartes, en tanto, serán parte de un eventual octavo disco de la banda. "Ese es el plan", cuenta Blankenship. "Pero tampoco es un álbum de dos partes separadas, esto no será Use your illusion I y II (el disco doble de Guns N' Roses). Dejamos fuera los temas que creímos no encajaban con la idea de The waterfall, pero lo que venga va a ser una experiencia completamente distinta", explica.
En medio de un receso en su extensa gira por el hemisferio norte, My Morning Jacket se prepara ahora para retomar los shows, con un semestre lleno de fechas tanto en Estados Unidos como en Europa, incluyendo su presentación en la versión alemana de Lollapalooza, en septiembre, donde llegarán como uno de los platos fuertes. Pese al exitoso presente del conjunto, Blankenship aclara que "nuestro espíritu no ha cambiado demasiado desde que comenzamos. Me gusta tocar ya sea frente a 50 o 25 mil personas en un festival, y nuestro objetivo es seguir haciendo esto por mucho tiempo más".
¿Alguna posibilidad de verlos en Chile en 2016? "Sería genial. Nunca hemos bajado y siempre lo hablamos, porque tenemos muchos seguidores por allá. Nos encantaría ir el próximo año, porque este se llenó de fechas muy rápido", dice.