A comienzos de febrero de 2017, economistas, abogados tributarios y parlamentarios pusieron en duda que el gobierno hubiese cumplido su propia regla fiscal -de reducir el déficit estructural en 0,25 puntos por año-, ya que durante el ejercicio pasado se consideró US$ 700 millones provenientes de un beneficio tributario transitorio como un ingreso estructural (o permanente).
La duda de los expertos, que provocó una airada respuesta del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, tuvo que ver específicamente con el impuesto sustitutivo del FUT histórico (ISFUT), medida implementada en la reforma tributaria para incentivar retiros desde este registro. Esto mediante una tasa preferencial del 32%, o una tasa variable sobre la base del promedio ponderado de las últimas tres tasas del Impuesto Global Complementario.
Sin considerar estos recursos -que se recaudarían solo entre enero de 2016 y abril de 2017-, el déficit estructural habría sido de 1,9% del PIB el año pasado, igual cifra a la que se registró el período anterior.
Minuta de Hacienda
Si bien la discusión quedó en un punto muerto tras el receso legislativo y las vacaciones de las autoridades, el Ministerio de Hacienda retomó rápidamente la batuta sobre la materia al enviar una minuta, a comienzos de marzo, a diversos miembros del Congreso reforzando su postura de no excluir estos ingresos del cálculo del Balance Estructural.
En la misma se lee que "en el caso de los retiros del FUT, ellos en cualquier caso pagarían el Impuesto Global Complementario al momento de ser retirados, y se trata de meros efectos temporales que existen con otras medidas, como la depreciación acelerada".
Por otra parte, el Ministerio de Hacienda afirmó que "no se puede determinar cuánto de estos retiros resultaron ser sustitutivos de retiros, que de igual manera se habrían realizado bajo líneas diferentes". Por esta razón, entre otras, sostuvo que sería "un error grave" descontar todos los ingresos asociados al ISFUT.
Dichas declaraciones se encuentran en línea con la defensa que realizó el ministro Valdés a principios de febrero, momento en que manifestó que excluir los ingresos del beneficio tributario "no es debatible (…) yo lo veo como un tema cerrado".
Con todo, en la minuta se indica que el déficit estructural informado el 30 de abril tiene un carácter preliminar, ya que se debe esperar los datos oficiales del cierre de 2016, los que se darán a conocer el 20 de marzo con las Cuentas Nacionales del Banco Central.
Además, en el documento se planteó que entre marzo y abril las autoridades del Ministerio de Hacienda y la Dipres concurrirán a la Comisión Especial Mixta de Presupuestos para informar el resultado de la ejecución presupuestaria del año anterior, momento en el cual entregarán el resultado definitivo de déficit estructural y el efectivo de 2016.
Citación a Valdés
Más allá de la presentación que pretende llevar adelante el ministro de Hacienda y el director de Presupuesto, Sergio Granados, el senador José García Ruminot (RN) y el diputado Ernesto Silva (UDI) adelantaron que pedirán explicaciones adicionales al ministro Valdés por los constantes cambios en la metodología del cálculo de la regla fiscal.
En particular sobre la consideración del ISFUT en los ingresos de largo plazo, el senador RN planteó que "los ingresos que se obtienen en virtud de una rebaja transitorio del pago de un impuesto son transitorios. No deberían considerarse como ingresos permanentes" (ver entrevista).
A su vez, Silva remarcó que "cuando hay ingresos que son transitorios, meterlo en el cálculo de la regla es complejo. Pero la discusión va más allá, porque este gobierno ha hecho varios cambios en la regla y la medición. Esperamos que puedan explicar y fundamentar el criterio que tomaron".