La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó hoy que la provisión de agua potable para las víctimas del huracán Matthew en Haití es indispensable para evitar una epidemia de cólera en este país. Es por esto que la organización ha desplegado un equipo de 80 especialistas en distintas áreas para evaluar la situación sanitaria en la isla y prestar apoyo a las autoridades haitianas.
De igual manera, la ONG Médicos Sin fronteras está preparando en envío de otros 40 especialistas sanitarios. Y otros países como Estados Unidos, España y República Dominicana también se han sumado con ayuda.
Sin embargo, la falta de infraestructura, logística y conectividad ha complicado la repartición de los materiales. Una semana después del paso del huracán, una amplia mayoría de la región continúa bajo la destrucción que dejó el fenómeno meteorológico.
La ciudad de Dame Marie, al sur de la isla, sigue sin comunicación con el resto del país. Según su alcalde, Michel Guerlince, no cuentan con "nada para repartir" a las víctimas y señala que si en los próximos días no hay agua o comida "puede pasar lo peor".
Situación similar es la que vive la ciudad de Jeremie, al suroeste de Haití, donde la carrera no se encuentra en óptimas condiciones, por lo que dificulta el traslado de ayuda humanitaria.
De acuerdo a la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), cerca de 30.000 personas en esa ciudad no tienen acceso al agua potable.
Las consecuencias de la falta de conectividad ya han salido a la vista. Según OCHA, 129 personas están hospitalizados por casos sospechosos de cólera, de ellos 78 en Anse d'Hainaut, 40 en Jeremie, y 11 en Beaumont.
En el hospital de Jeremie hay alrededor de 1.500 heridos por el fenómeno y los centros de tratamiento de cólera se vieron afectados por el huracán.
CAROLINA DEL NORTE BAJO EL AGUA
En Estados Unidos, en tanto, Carolina del Norte ha sido el estado más afectado por el huracán: graves inundaciones, carreteras cortadas y 255.990 usuarios sin electricidad es lo que ha dejado el fenómeno tras su paso, según un comunicado difundido hoy por el gobernador Pat MacCrory.
Diecisiete personas han muerto a causa del huracán y tres siguen desaparecidas en ese estado. A ellas se le suman 12 fallecidos en Florida, tres en Carolina del Sur y tres en Georgia, por lo que al menos 36 personas han perdido la vida en accidentes relacionados con el huracán.
McCrory subrayó hoy que la cifra en Carolina del Norte puede aumentar dadas "las muy peligrosas condiciones" en las que están distintas zonas del estado y llamó a los ciudadanos a no arriesgar sus vidas ni las de los servicios de socorro.
"La mayor amenaza radica todavía en las inundaciones que seguirán afectando toda esta semana al centro y este de Carolina del Norte", dijo el gobernador, quien destacó el riesgo de una subida récord del nivel de los ríos Neuse y Tar, así como crecidas del Lumber y el Cape Fear.