Desde el 2010 que la presencia de haitianos se ha hecho más frecuente en el país. Durante el último año el ingreso de estos extranjeros a Chile se ha triplicado, de 3.848 en 2014 pasaron a 12.019 en 2015.

La comunidad haitiana se ha asentado mayoritariamente en Quilicura. De hecho dentro de los vecinos del sector, el barrio San Luis ha sido rebautizado como el "pequeño Puerto Príncipe", ya que estos extranjeros tienen almacenes e incluso una iglesia.

En ese lugar muchos de ellos están muy preocupados por el estado de sus familias que se vieron afectadas por el huracán Matthew, que azotó la isla la semana pasada. Algunos quisieran enviarles dinero, pero ninguno ha podido. Jean-Eddy Cheremond (32), lleva un año en Quilicura y comenta que "mi familia está mal, necesitan ayuda, está desesperados y tristes. No he mandado dinero todavía, porque no hay en este momento".

Los residentes haitianos de Quilicura cuentan que de las pocas formas que pueden comunicarse a 5.785 kilómetros de distancia es por Whatsapp, Skype e inbox de Facebook. No obstante, uno de ellos, quien no quiso dar su nombre, dice que la media hora de internet es muy cara para ellos. Otro agrega que "lo único que pueden hacer por ahora es ir a la iglesia y rezar por ellos". La mayoría se junta en la iglesia evangélica haitiana que funciona los días sábados y domingos en el barrio.

A todos los haitianos que se entrevistaron les cuesta hablar el español, independientemente del tiempo que lleven en el país. Piensan un momento las frases antes de contestar y son de pocas palabras. Por lo general uno del grupo comprende mejor que los demás y les traduce entre risas.

Uno de los amigos de Cheremond es Vordy St. Nemy, lleva solo un mes en Chile y con las pocas palabras que sabe en español, comenta que su familia está en mal estado y que "me siento mal con lo que está pasando, nos dan ganas de volver pero el pasaje está muy caro. Me gustaría ir a ayudar", dice.