La "Sra. T" es el nombre que los científicos chinos han dado al fósil de un pterosaurio hembra de 160 millones de años de antigüedad que estaba intentando poner su huevo cuando una nube volcánica la asfixió, informa hoy el diario oficial "China Daily".
El ejemplar de reptil volador fue sepultado en el fondo de un lago en la provincia nororiental china de Liaoning y convertido en roca con el paso de los años.
Los investigadores chinos consideran que se trata de un hallazgo sin parangón, ya que el hecho de que la Sra T estuviera poniendo un huevo en el momento de morir arrojará nueva luz sobre los misterios de un periodo que se pierde en la noche de los tiempos.
"El descubrimiento de la Sra. T ha resuelto una cuestión que nos planteábamos desde hace tiempo", señala al rotativo Lu Junchang, responsable del equipo de paleontólogos chinos y británicos que han trabajado en el hallazgo, al referirse al esclarecimiento de las diferencias entre macho y hembra de esta especie extinguida.
El reptil, en concreto un Darwinopterus del Jurásico medio, era una hembra sexualmente madura y un ejemplo único entre los pterosauros fosilizados debido al huevo.
Según los hallazgos de Lu y su equipo chino, del Instituto de Geología de Pekín, los pterosauros macho tenían una pelvis relativamente más pequeña y un hueso de cresta más largo en su cabeza, mientras que la pelvis de las hembras era más ancha y además éstas carecían de la mencionada cresta.
Los paleontólogos se preguntaron durante años si la cresta pertenecía al macho o a la hembra, una respuesta que ha quedado esclarecida con el descubrimiento de la Sra. T y su huevo, que mide 3 centímetros de longitud y cuya cáscara es similar a la de los actuales cocodrilos y lagartos.
Las alas del pterosauro, una de ellas rota, medían extendidas hasta 70 centímetros.
El fósil está en la actualidad en el Museo de Zhejiang de Historia Natural, en la capital de esa provincia oriental china, Hangzhou.