Un uniformado y un médico, que permanecían como rehenes de cocaleros tras una emboscada ocurrida el sábado contra policías y militares,  fueron hallados muertos, informó este lunes el ministro de Interior, Carlos  Romero, que indicó que el balance de ese incidente asciende a cuatro fallecidos  y 14 heridos de bala. 

"Son otras dos víctimas fatales de este hecho criminal, sangriento y violento, provocado por este grupo de personas ligadas al narcotráfico", dijo  Romero en rueda de prensa sobre la emboscada en la región cocalera de Apolo,  410 km al norte de La Paz.

Romero recordó que el sábado un contingente de militares y policías de la  Fuerza de Tarea Conjunta fue emboscado por cocaleros cuando realizaba sus  labores de erradicación manual de cultivos de coca ilegales, con saldo de dos  muertos de bala.

Hasta el domingo, ocho efectivos habían sido tomados como rehenes, señaló  la autoridad, quien precisó que los dos últimos muertos (un suboficial de la  Marina y un médico civil) eran de ese grupo.

Los otros seis rehenes -entre los cuales hay heridos, aunque Romero no  precisó cuántos, salvo un coronel herido de bala grave- fueron encontradas en  el transcurso de varias horas. 

El ministro dijo que el balance a este lunes era de "cuatro muertos, 14  heridos de bala, 15 policontusos".

Romero, principal responsable de la seguridad interna y la lucha  antidrogas, afirmó que "no vamos a descansar hasta encontrar a los  responsables" e indicó que se realizan operaciones del gobierno y la justicia  para detener a los autores materiales e intelectuales.

"Hay muchos elementos que dan cuenta de la participación de extranjeros, hemos señalado que se trata posiblemente de súbditos peruanos y si hay  colombianos o no, la investigación lo tiene que establecer", acotó.

En Apolo no deben haber más de 280 hectáreas de coca legales y el resto,  aún sin mensurar, debe ser eliminado.

En Bolivia hay un total de 25.300 hectáreas plantadas de coca -según  Naciones Unidas- de las que sólo unas 12.000 son legales, destinadas al mascado  y la infusión, de acuerdo con la ley antidroga.