El alemán Nico Rosberg (Mercedes), líder del Mundial de Fórmula 1, marcó el mejor tiempo de la segunda sesión de entrenamientos libres en el Gran Premio de Italia, pero no pudo superar el tiempo que marcó su compañero británico Lewis Hamilton por la mañana.

Tras ser tercero en la sesión matinal, el líder del Mundial superó por la tarde a Hamilton, segundo, y a los dos Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen, tercero, y del español Fernando Alonso, que volvió a ser cuarto.

Rosberg, que no conoce la victoria en Monza, fue 61 milésimas más rápido que Hamilton, aunque el alemán dio 41 giros frente a los solo 16 que completó el británico, que sufrió problemas hidráulicos al principio de la sesión.

La Flechas de Plata, que se han llevado 9 de los 12 Grandes Premios disputados hasta la fecha, lo hicieron mejor que los Ferrari, que aun así podrían estar cerca de Mercedes el domingo en la carrera.

La mayor parte de los pilotos usaron el día para probar los reglajes que usarán el domingo y realizaron largas tandas de vueltas para poner a prueba el desgaste de los neumáticos y el consumo de combustible.

El tercer clasificado del Mundial, el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), que ha ganado las dos últimas carreras y es el único que ha conseguido derrotar a los Mercedes este año, tuvo una discreta actuación tras terminar 16º por la mañana y 10º por la tarde.

Su compañero, el vigente campeón del mundo alemán Sebastian Vettel fue sexto en la primera sesión en séptimo en la segunda.

El mexicano Sergio Pérez (Force India) mejoró su tiempo de la mañana, cuando fue octavo, pero solo pudo ser 11º, justo por delante de su compañero alemán Nico Hulkenberg.

Su compatriota Esteban Gutiérrez (Sauber) también pasó de ser 11º a  terminar 14º por la tarde, pese a también tener un mejor registro.

Tampoco le sirvió para subir en la clasificación el registro marcado por la tarde al venezolano Pastor Maldonado que se mantuvo en la 18ª posición.

Por la mañana, el debutante español Roberto Merhi fue penúltimo superando a su compañero en Caterham, el sueco Marcus Ericsson, pero al ser piloto de pruebas de la escudería no corrió por la tarde y le cedió su asiento a Kamui Kobayashi.

En el paddock, la estrella del día fue, con su presencia, el italiano Flavio Briatore, expatrón de Benetton F1 y que lanzó a la victoria al alemán Michael Schumacher y al propio Alonso, cuando el asturiano corrió en Renault.

Briatore explicó a algunos periodistas que no tiene la intención de dar un golpe de efecto para mejorar el espectáculo de la Fórmula 1, controlada por el británico Bernie Ecclestone.