Termina el entrenamiento de O'Higgins y todos los jugadores se dirigen hacia camarines para tomar una ducha. Sin embargo, en la cancha de entrenamiento del Monasterio Celeste aún queda un jugador. Es Hans Martínez, quien continúa trotando para ponerse a punto físicamente y estar disponible para el partido de mañana contra Colo Colo. "Quiero jugar ahora", expresa el defensa.

Es que de la estabilidad de jugar todos los fines de semana por Universidad Católica el año pasado, pasó a disputar tan sólo dos partidos durante seis meses en el Almería. En total, 164 minutos en los cuales no pudo demostrar sus capacidades.

"Quiero volver a agarrar el ritmo de antes, si bien estos cinco, seis meses que estuve afuera no fueron como yo pensaba, porque sufrí muchas lesiones, las cuales no me pasaban nunca, quiero sentirme bien y volver a jugar de nuevo", confiesa a La Tercera.

El hecho de salir a jugar a España le costó caro en cuanto a su físico, pero no por el tipo de entrenamiento. Martínez explica: "Lo que me pasó no tuvo nada que ver con otro tipo de preparación. Muchos se imaginan que el entrenamiento allá en España es mucho más exigente, pero es al contrario. Acá en Chile se entrena mucho más, de hecho, allá tenía que hacer doble jornada por mi cuenta para sentirme cómodo. Yo creo que fue un tema más de presión, de que tenía que jugar sí o sí, porque iba sin ningún respaldo que uno dijera 'tengo todo el tiempo del mundo para jugar', y no era así. Si no jugaba esos cinco meses, iba a quedar sin nada; entonces, esa presión me afectó y no la pude manejar muy bien. Por eso estoy acá, de vuelta".

En ese sentido, el rol de O'Higgins fue fundamental para rescatarlo de la inactividad en la que se encontraba. "Ellos me abrieron las puertas, me ha tratado súper bien y espero, en lo posible, responder de la misma forma. Fueron los más interesados en tenerme como jugador", sostiene.

"¿Si recibí algún llamado para volver a Universidad Católica? No, no me llamaron, pero ellos nunca van a ser un capítulo cerrado para mí. Son 16 años que viví en ese club y uno no puede cerrar la puerta de mala manera", dice. Además, agrega que "me convencí de venir a Rancagua, porque me llamó el presidente (Ricardo Abumohor), y el entrenador (Facundo Sava), así es que tomé la decisión muy rápido y me vine a responderles".

Para Martínez el jugar por la escuadra celeste no es un retroceso en su carrera. "Al contrario, espero que sea un trampolín para volver a tener una chance en Europa , para regresar a un nivel que me tenga para cosas importantes, como la Selección, por ejemplo, porque a todo jugador le gustaría estar ahí".

Por ahora, el zaguero está enfocado en el duelo de mañana frente a los albos, que podría marcar su debut con la camiseta rancagüina. "Me encantaría jugar el domingo contra Colo Colo, pero obviamente esa es una decisión que toma el técnico. El sabrá si estoy en condiciones o no. Por mi parte trato de entrenar de la mejor forma, para estar al ciento por ciento y ser un aporte pronto".

Y puede que en el Monumental termine su espera, pues sería de la partida ante los actuales campeones.