Puntual. Ansiosa. Ayer a las 6.55 AM, Fernanda Hansen ya estaba en Canal 13. Lista para reaparecer en Viva la mañana, a cinco meses del accidente a caballo que la dejó con dos vértebras fracturadas. "Estaba ansiosa, muy expectante con lo que iba a pasar. Es más fuerte que volver al colegio después de las vacaciones", dice entre risas sobre su retorno. Añadiendo que "fue extraño, pero bonito; se me había olvidado lo que es hacer tres horas de tele, estaba extrañada con el sistema del exceso de luz, mucha cámara, no sabía para dónde mirar... Me hablaban por el sonopronter y yo contestaba".
 
En su ausencia, el matinal de la estación católica no pudo repuntar en su sintonía. Y al interior del canal han apuntado la falta de Hansen como una de las causales. Ayer, eso sí, el programa tuvo un leve repunte: marcó 4,3 puntos on line y quedó tercero en su horario, detrás de TVN (11 puntos) y Chilevisión (5 puntos). La periodista, en todo caso, no les asigna mucha importancia a los números:  "No hay personas a quienes apuntar con el dedo cuando el rating baja ni tampoco cuando sube. Todos tenemos el mismo mérito".

Lo primero que hizo la pareja de Camiroga en el matinal fue familiarizarse con un caballo, que la producción le dispuso para que entrara al set. Un desafío, aunque ella aclara que "nadie me ofreció nada que no quisiera hacer. Es distinto estar con un caballo tranquilo a uno de polo, pero soy una persona que trata de enfrentar sus miedos". Incluso, a pesar que estaba previsto que ingresara a las 9 AM al estudio, lo hizo media hora antes.
 
Abordada por su relación con Camiroaga y el trascendido del programa Intrusos, que vinculó a la modelo de Buenos días a todos, Mariana Moreno, con el animador, Hansen tampoco se hizo mucho problema: "No hablo de Felipe públicamente. Con Mariana, Tatiana y todas las Merinos, me da igual. No voy a comentar lo que no vale la pena comentar".

Aunque volvió ayer a pantalla, la periodista deberá seguir con su rehabilitación: tres veces por semana debe ir a kinesioterapia y sigue con analgésicos para el dolor. "Tuve que pedir mi cartera y tomar remedios, porque tengo una pequeña contractura. Quizás me hiperventilé un poco por ser el primer día", reconoce.