De seguro cuando la gran mayoría recuerda a Marilyn Monroe, la piensa con el clásico vestido blanco levantado por la ventilación del metro, en la más reconocida escena de The Seven Year Itch (La tentación vive arriba) dirigida por Billy Wilder. Otros, sin embargo, rememoran lo ocurrido el 19 de mayo de 1962, cuando con una sensualidad desbordante el icono de la belleza y moda mundial, le cantó al presidente John Fitzgerald Kennedy, por la celebración de su cumpleaños diez días antes de la fecha original.

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La fiesta fue el Madison Square Garden, con recaudación de fondos y contó con la presencia de las personalidades más connotadas de la política estadounidense y del mundo actoral. En total, se estima que más de 15 mil personas estuvieron presentes en el día del "Happy birthday Mr. President". 

En su ovacionada presentación, Marilyn utilizó un ceñido vestido cubierto de brillantes del diseñador Jean Louis, que más tarde fue catalogado como una "ilusión de desnudez". Como señala Vanity Fair, el vestido hizo un guiño al Diamonds are a girl's best friend de Los caballeros las prefieren rubias. Ese día, la estrella de Hollywood fue alabada y terminó de posicionar su imagen de bomba sensual de mediados del siglo pasado.

Más allá de cantar al Presidente de Estados Unidos, Monroe lo que buscaba era estar a solas con quien era su amante desde hace tres meses. O eso al menos es lo que se especula.

Según su maquilladora Marie Irvine, el viaje a Nueva York de la actriz no estuvo libre de conflictos. En ese momento ella se encontraba grabando Something got to give de George Cukor para 20th Century Fox y no contaba con el permiso para viajar. Pero para ser más justos, en un comienzo sí lo tuvo. El estudio le dio permiso para ausentarse seis semanas antes de la fecha de su presentación, y de sus ensayos previos hay fotos. Pero el mismo día del show, Marilyn recibió una notificación diciendo que la producción se cancelaba por su culpa y ese rumor fue difundido. ¿El objetivo de eso? Que Norma Jeane Mortenson -su nombre original- se sintiera culpable. Su delicada salud mental e inseguridad era conocida en la industria.

El rodaje no podía ser suspendido según Fox. Algunos señalan que lo que buscaba la multimillonaria productora era justificar la falta de rentabilidad de ese proyecto y sacarlo de rodaje utilizando a Monroe como chivo expiatorio.

Y como había sido advertido, fue despedida, aunque tras la presión de Dean Martin, coprotagonista de la cinta, Marilyn fue recontratada.

Finalmente esa cinta fue el último episodio cinematográfico de la actriz antes de su muerte, tres meses después de su presentación hacia JFK. Su muerte ha estado rodeado de rumores. Su maquilladora, su confidente, aseguró que la teoría del suicidio que postulan varios, "es imposible" y que probablemente tomó más somníferos por efectos de una desorientación.