El ex ministro de Educación Harald Beyer, que fue destituido de su cargo tras una acusación constitucional, se refirió a la polémica del ranking de notas a seis meses de haber sido obligado a dejar su puesto en el gobierno.

En entrevista en Teletrece, Beyer reiteró sus críticas sobre el ranking, el que "perjudica a los mejores alumnos de los colegios públicos".

El ex ministro señaló que "no está adecuadamente demostrado que el ranking es un buen predictor del desempeño académico, y la razón es relativamente simple, el cálculo se hace entre estudiantes que ya fueron aceptados en la universidad y eso tiene un problema técnico que no está resuelto en las estimaciones que se han hecho".

También indicó que "de esas estimaciones, a pesar de que tienen problemas, la ponderación adecuada es entre un 10 y 15% y se está aplicando enre un 20 y 40%, por lo tanto lo que va a pasar es que van a seleccionar alumnos que no van a tener buen desempeño académico, y eso es malo para el Estado, las universidades y las familias".

Para Beyer, el problema más grave del ranking, es que "tal como está diseñado, no se hace cargo del hecho de que hay establecimientos educacionales, particularmente los liceos municipales, que son más apretados con sus notas. Eso significa que los mejores alumnos de esos liceos van a tener un puntaje ranking inferior, en 50 puntos casi, a los mejores alumnos de los colegios particulares pagados, por lo tanto no van a cumplir con la premisa del ranking.

"Si los mejores alumnos son todos buenos, todos deberían tener el mismo puntaje", agregó.

Beyer criticó el apuro del Consejo de Rectores, y cree que "si uno hiciera esto con calma, podría ir estudiando mucho mejor cuál es el efecto y al mismo tiempo ir corrigiendo estas deficiencias. Los alumnos del Instituto Nacional o del Liceo de Aplicación van a partir con 15 o 20 puntos de desventaja, los mejores de ellos, no estamos hablando del alumno promedio".

El ex titular de Educación, cree que los rectores "podían haber usado el mismo sistema de 2013, para un grupo grande de los cupos y haber probado un grupo adicional con otro mecanismo, eso habría sido mucho más justo desde el punto de vista de los estudiantes".

"Este ranking discrimina a los mejores alumnos de los colegios emblemáticos, los llamados liceos tradicionales", indicó.

Beyer estima que la "solución sería bajar las ponderaciones, pero yo he notado mucha soberbia en este análisis, porque ni siquiera los datos en los que basan sus argumentos están disponibles para que puedan ser aplicados por investigadores independientes. Tan poca transparencia no existe en ninguna parte del mundo".

Sobre lo que los candidatos a la presidencia han planteado en educación, dijo que "hay dos que han presentado sus programas, Matthei y Enríquez-Ominami y veo en los dos cosas interesantes. En ambos hay una preocupación por la educación en su visión más amplia y eso es positivo".

En cuanto a las propuestas de Michelle Bachelet y la reforma tributaria, señaló que "la pregunta es si los recursos que uno extrae a través de esa reforma tributaria tiene alto retorno social una vez que se invierten en educación, y creo que la gratuidad no tiene un alto retorno social en educación, si lo tiene en inversión más profunda en inversión parvularia y en educación escolar, y por eso el foco esta descentrado, no debería ser educación superior en materia de gratuidad".

Por último, sobre su destitución hace seis meses, manifestó que "fue un capítulo que para mi está cerrado. Creo que fue injusta la acusación, no tenía ningún fundamento, pero entiendo que la política tiene sabores amargos y lo que me interesa es mirar al futuro y al bienestar del país. Está totalmente superado".