El derrame de petróleo en la bahía de Quintero producido el 24 de septiembre pasado mantiene en estado de alerta a autoridades, pescadores y empresas involucradas, por el alcance del desastre medioambiental y la investigación que lleva a cabo la Armada para determinar la magnitud del derrame y las responsabilidades.

"Es relevante saber con precisión cuánto petróleo se vertió al mar, porque las multas son directamente proporcionales a la cantidad de metros cúbicos", señaló el gobernador marítimo, comandante Cristián Gálvez.

Así, informa, la Dirección General  de Territorio Marítimo, Directemar, podría cursar multas por hasta $ 2 mil millones a quien resulte ser responsable por el derrame de hidrocarburos que extendió trazas desde Cachagua a Quintero. Eso, ajustado al tamaño del derrame que, según el reglamento de la Armada, se ha clasificado como "mediano", es decir, de hasta 500 m³.

La investigación, que tiene un plazo de 20 días hábiles prorrogables, podría arrojar sus primeras conclusiones recién a fines de la próxima semana. "Estamos recibiendo los resultados de peritajes de los niveles que alcanzan algunos parámetros de hidrocarburos en el mar y la próxima semana estableceremos un nuevo monitoreo para comparar",  agrega Gálvez.

Para eso, la Superintendencia de Medio Ambiente puso a disposición de la Armada un equipo robótico que recorrerá a contar de hoy el borde costero de la zona afectada, para medir los efectos del petróleo en el fondo marino (ver infografía).

Ayer, en tanto, se reunió el Comité para la Recuperación Ambiental de la zona de Quintero y Puchuncaví, instancia en la cual autoridades, empresas, pescadores y vecinos, buscan consensuar medidas para paliar la contaminación histórica que adolece el área.

En la cita, el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, reconoció la falta de un sistema integrado que dé respuesta rápida a desastres ambientales como éste. "Consideramos relevante tener planes de contingencia en conjunto. Aquí operan muchas empresas que transportan materiales de descarga, por lo tanto, creo que lo que ha pasado ha dado pruebas de que no estamos preparados para grandes emergencias ambientales", dijo la autoridad.

Además, señaló que en los próximos días entregará un set de propuestas para mitigar la contaminación del aire, agua y suelo del lugar. "Vamos a establecer una norma de calidad horaria para óxidos de azufre que, junto al material particulado, son los dos contaminantes que más nos preocupan en la cuenca de Concón, Puchuncaví y Quintero".

USO DE PLAYAS

Tras recibir los resultados de las muestras de aguas tomadas en la bahía de Quintero, luego del derrame, las autoridades de salud determinaron la reapertura de las playas, únicamente para actividades recreativas, que estuvieron cerradas para bañistas desde el día del derrame.

Así lo confirmó ayer Ricardo Fábrega, director  del Instituto de Salud Pública, entidad encargada de periciar las 19 muestras tomadas en diferentes puntos de la zona afectada y que fueron analizadas para detectar presencia de compuestos orgánicos de tipo volátil.

"Para gasolina no se encuentran niveles detectados en ninguna de las muestras, en el caso de diésel se detectaron en cinco  muestras niveles inferiores al cuantificable y en las otras muestras no había presencia detectable", informó Fábregas.

Según la seremi de Salud, María Graciela Astudillo, el levantamiento de la restricción es sólo para baño y uso   recreativo de las playas de Quintero, señalando además que "la prohibición de extracción de productos y consumo seguirá vigente hasta obtener los resultados del ISP que confirmen o descarten la contaminación. El llamado es a poder hacer la extracción de productos mar a dentro siempre y cuando se tomen los resguardos necesarios", puntualizó.