La Seremi de Transporte de la Región Metropolitana decidió prorrogar por 18 meses las condiciones de operación de los 27.103 taxis básicos, ejecutivos y de turismo que están inscritos en el Registro Nacional de Servicios de Transporte Público de Pasajeros de Santiago.
Aunque el parque de taxis se congeló en 1998, la actual licitación que normó las condiciones de operación de estos vehículos data de 2005 y ya había sido renovada en 2010 y en 2012. Hoy el gobierno decidió extenderla nuevamente.
Según el seremi Matías Salazar, esto se realiza para generar las condiciones necesarias para un debate sobre el futuro de los taxis en la capital. "Nos hemos dado este espacio para hacer un diálogo a fondo con el sector para ver cómo vemos hacia el futuro", detalló.
Dado que el número de taxis no se ha ampliado hace 16 años -salvo dos excepciones en 2010- la venta del cupo en el Registro Nacional de Servicios de Transporte se ha multiplicado. Según cifras de la Confederación Nacional de Taxis de Chile (Confenatach), si a principios de la década pasada el cupo se transaba en $ 300 mil, hoy la venta puede llegar a los ocho millones de pesos. "El aumento ha sido gradual cada año, ha tenido un comportamiento de acuerdo a la oferta y la demanda", explicó Luis Reyes, presidente de la Confenatach.
Héctor Sandoval, líder de la Confederación Nacional de Taxis Colectivos de Chile (Conatacoch), concuerda con Reyes en las cifras, pero especificó que el cupo se adquiere comprando el auto que está inscrito en el registro. "La única posibilidad de que ingrese otro operador es comprar el auto con sus derechos. Ese derecho me permite trabajar ese auto o sacarlo de circulación y meter uno 0 kilómetro", dijo Sandoval. "Si un auto vale cinco millones, por el hecho de ser colectivo y tener el derecho se pide 12 millones", agregó.
En las organizaciones reconocen que lo anterior ha provocado un aumento de los taxis ilegales. Según Confenatach, estos duplicarían a los taxis que operan legalmente. "Lo vemos todos los días en sectores de Santiago y comunas periféricas donde operan los taxistas informales", comentó Reyes.
Al respecto, Salazar reconoce dificultades a la hora de fiscalizar estos vehículos ilegales. "Hay un problema evidente que hay que resolver y tiene que ver con las dificultades de fiscalización del sector. Determinar si un auto con una persona dentro es pirata o no es complejo. Estamos trabajando permanentemente nuevas modalidades para fiscalizar debidamente", comentó Salazar.