El afiche de la película lo muestra con el ceño fruncido y la mirada severa. Lleva puesto un gorro tipo Gilligan y lentes de marco ancho. El veterano Jacobo Kaplan, un judío uruguayo sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial, se ve desafiante y duro, pero sobre todo invadido por la amargura.
Con casi 80 años de edad, Kaplan siente que no ha hecho nada importante con su vida, nada memorable por lo que vaya a ser recordado. La conciencia del tiempo perdido y la monotonía de una existencia sin sobresaltos junto a su mujer y sus hijos, lo angustia. Ante tal implacable balance, decide embarcarse en una última aventura que le dé sentido a su existencia.
Su misión, no obstante, tiene un cariz particular: atrapar a un viejo alemán, dueño de un restaurant playero, pues tiene serias sospechas de que se trata de un ex oficial nazi oculto allí desde el final de la guerra. Busca ayuda en el ex policía Wilson Contreras, tan torpe como leal, quien acaba de perder a su mujer y su trabajo. Juntos siguen los pasos de este extraño sujeto. Y buscando hacer justicia con la historia y su comunidad, urden un plan para secuestrarlo y llevarlo a la justicia israelí.
Mr. Kaplan es el segundo largometraje del director Alvaro Brechner (Montevideo, 1976), tras Mal día para pescar (2009), inspirado en un cuento de Juan Carlos Onetti. El filme es protagonizada por Héctor Noguera (1937) y se interna en la descabellada y divertida aventura de estos dos perdedores, quienes se aferran a su objetivo como a una tabla de salvación en sus vidas.
Tras su estreno en Uruguay, donde fue acogida con entusiasmo por parte del público, convirtiéndose en la producción local más vista del año, Mr. Kaplan fue escogida para postular al Oscar a Mejor Filme Extranjero. La cinta es una de las tres latinoamericanas preseleccionadas por la Academia de Hollywood, junto con la argentina Relatos salvajes y la venezolana Bolívar. La lista definitiva se conocerá el próximo jueves 15.
Mr. Kaplan se estrena mañana en Chile, en el Festival de Cine Las Condes, que se realiza en el rosedal del Parque Araucano, organizado por Fundación CorpArtes, la Municipalidad de Las Condes y La Tercera, y producido por la Corporación Cultural de Las Condes.
El actor chileno, quien estuvo en Uruguay trabajando durante cerca de dos meses, debió imitar el acento local e internarse en la cultura judía. Conocido en ese país por su participación en la exitosa teleserie Machos, cuenta que "hubo quienes dijeron que por mi participación en esa teleserie no debían darme el papel, porque los espectadores me iban a identificar con ese personaje, cosa que por suerte no pasó". Noguera ya recibió un reconocimiento por el rol: el premio al Mejor Actor en el Festival de Biarritz.
¿Cómo fue que el director se interesó en su trabajo?
Alvaro estuvo dos años buscando al actor que protagonizaría su película, porque es un personaje del cual depende mucho la historia. El dice que vio entrevistas, vio Machos y también la película El regalo (2008, de Cristián Galaz). Además vino a conocerme y estuvo tres días siguiéndome en todas mis actividades. Después yo viajé a Uruguay a hacer el casting con otros actores. Fue un proceso bastante largo, porque él no sólo estaba interesado en encontrar un actor con ciertas características para el papel, sino que también quería que tuviera ciertas características personales.
¿Qué le atrajo del guión?
Me interesó que se emparentaba con el Quijote. Mr Kaplan es, en el fondo, una versión moderna de esa obra. Puedes ver o no ver esa similitud, da lo mismo, el espectador no necesita leer el Quijote para ver la película, pero la referencia es muy directa. Eso le da ese tono de comedia, de ternura, esa profundidad. Además, el guión toca muchos otros temas. La gente de mi edad nos preguntamos qué hemos hecho en nuestras vidas, si hemos dejado alguna huella. Esa pregunta nos la hacemos todos y eso también está en la película. El personaje encarna la necesidad que tenemos todos los seres humanos de sentirnos héroes en algún momento de nuestras vidas.
¿Con qué tipo de público cree que la historia puede conectar mejor?
Es para un público general, porque tiene tanta universalidad como el Quijote. Si bien el protagonista es una persona mayor, abarca muchos temas y hay personajes de todas las edades. Yo creo que todas las generaciones se van a sentir interesadas en verla y además la gente va a pasar un muy buen rato. Es una comedia muy entrañable.
En las funciones que le ha tocado estar, ¿cómo ha sido la reacción del público?
Siempre ha sido excelente. La gente termina muy emocionada y admirada de la película. Siempre me preguntan que cómo me acerqué al personaje, les interesa mucho saber cómo conseguí el acento, que a los uruguayos les parecía impecable. Pero más allá de eso, que puede ser un poco superficial, la gente se entusiasmaba por el contenido de la película, por la humanidad de los personajes y también porque pasaban un rato lindo y emocionante.