A 10 meses de su llegada al Ministerio de Salud, la ministra Helia Molina Milman (67), tomó la decisión de renunciar al cargo, luego de  la polémica que levantaron sus declaraciones al diario La Segunda en que señaló que "en todas las clínicas cuicas de este país muchas de las familias más conservadoras han hecho abortar a sus hijas". Un día antes de esa jornada, la secretaria de Estado analizó junto a La Tercera los principales materias de su gestión: el aborto terapéutico, las propuesta de cambios al sistema de isapres y los permanentes rumores de su salida del gabinete.

¿Cuál es el avance del proyecto de ley de aborto terapéutico?

El proyecto está en la agenda para enero. Hemos trabajado todos este tiempo con el Servicio Nacional de la Mujer, estrechamente. Tenemos las definiciones clave. Se despenaliza el aborto por tres causales súper claras: si el feto es inviable, si se afecta la vida de la madre o en caso de violación. Soy absolutamente partidaria a despenalizar y voy a entrar y abogar para que ese proyecto de ley se apruebe. Miro a la sociedad chilena con un poco de pena por el doble estándar, por lo conservadora que es. No me parece que tengan derecho a decidir las personas que tienen recursos para interrumpir un embarazo, mientras que los otros tienen que ir a buscar una píldora del día después al consultorio y poco menos tiene que llevar a la abuelita como un 'seguro'. Ese doble estándar me altera, me produce la sensación de que, pareciera,  estuviéramos en la Edad Media (...) Me llena de orgullo que este gobierno se esté atreviendo, y alto costo que ha tenido, al abrir espacio de mayor libertad y decisión de la mujer.

¿Se habla de un cambio de gabinete: siente que puede salir?

La Presidenta va a tomar esa decisión en el momento oportuno.  Tengo claro que ella quiso que fuera ministra porque he desarrollado políticas públicas importantes. Estoy tranquila porque Salud es difícil, nunca va a tener a la ciudadanía contenta. Todo lo que se ha podido hacer lo hemos hecho y con la mayor urgencia. Me hubiera gustado todo más rápido, pero no todo pasa por la voluntad: está la Contraloría, las licitaciones, los médicos, pero he tratado de apurar. Obvio que me quiero quedar. Es un sueño para un salubrista ser ministra. Voy a estar 24 horas y siete días a la semana con ella, alineada, si ella así lo quiere.

¿Se le acusa de estar pauteada por el senador Guido Girardi?

El es un activista en alimentos, en enfermedades crónicas y es presidente de la Comisión de Salud. Tiene un rol de líder de los parlamentarios. Pero yo soy ministra de la Presidenta y ambos tenemos sombreros distintos. Cuando él habla de los tiempos de las leyes, yo sigo el cronograma del Ejecutivo. Pero en lo básico, estamos de acuerdo. ¿Que Girardi tenga influencia en mí? Yo soy mucho mayor que él, tengo muchos más años de experiencia, he trabajado en todos los ámbitos de la salud pública y yo recibo influencias de todos.

¿Qué cambios harán en el sistema de aseguramiento privado?

Nunca hemos planteado terminar con el sistema isapres, ni tampoco el público. Nosotros no fuimos  parte de la agenda de cambios profundos de este gobierno, como el tema educacional, tributario, laboral y la Constitución. Es verdad que hay que cosas que hay que cambiar,  pero hubo una reforma en 2005. Tenemos todavía cosas de esa reforma que podemos mejorar como los derechos y deberes de los pacientes, como la atención primaria. Hay tanto que hacer en salud que si yo hubiera planteado en el programa de gobierno reformar la salud, no hubiéramos llegado ni siquiera ni con un mejoral a la población.

El Ejecutivo aún no ha presentado el proyecto de isapres que fue prometido.

Todos se plantea en un contexto que se va produciendo.  Quedamos de tener a fin de año un borrador y en enero vamos a socializar esos postulados con las isapres, parlamentarios, con académicos, los médicos y usuarios. Ya se hizo esta comisión presidencial que analizó el tema, pero lo que produce una comisión presidencial, no es vinculante.