En plena Gran Avenida, un helicóptero de Carabineros se accidentó, generando una gran explosión al girar sobre su propio eje y colisionar con un poste del alumbrado público.

El accidente se generó cerca de las 5 de la mañana, cuando la aeronave se dirigía a socorrer a tres carabineros cuya radiopatrulla fue embestida por un automóvil, cuyo conductor se encontraba en estado de ebriedad.

Según explicaron desde Carabineros a La Tercera, el helicóptero se encontraba posado, en el suelo, y un carro de bomberos le paso a llevar una de sus aspas. Eso fue lo que provocó el accidente, provocando daños totales.

"Hay evidencia de que la aeronave estaba posada. No hay ninguna posibilidad que haya estado en fase de despegue o posaje. El sitio del suceso estaba relativamente controlado y sólo accedían los vehículos de emergencia. En otras condiciones el helicópetero habría salido proyectado", explicó el general Christián Fuenzalida, jefe de la zona metropolitana de Carabineros, en un punto de prensa.

En el helicóptero se encontraba el piloto de la aeronave, capitán Mario Esperidión Sánchez, quien resultó polifracturado y se encuentra en observación en la UCI del Hospital de Carabineros con heridas de gravedad, pero sin riesgo vital.

Los otros dos tripulantes no presentaron lesiones graves, ya que al momento del accidente se encontraban fuera de la aeronave, asistiendo a los otros dos funcionarios lesionados producto de la colisión con el automóvil.

Tras el accidente, personal de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito, SIAT, se constituyó en el lugar para realizar los peritajes correspondientes.

Por su parte, Bomberos entregó su versión de los hechos, aseverando que sólo ingresaron al lugar tras recibir "autorización" por parte de Carabineros.

La persona que produjo el choque a la radiopatrulla se encuentra detenida por conducir bajo los efectos del alcohol.