Desde el living de su casa, a días de iniciar sus vacaciones, el ahora ex presidente de Sofofa, Hermann von Mühlenbrock repasa con La Tercera no sólo el último incidente, sino también los cuatro años que estuvo al mando del gremio, su relación con el gobierno y otros temas.
¿Con qué sentimiento se va de Sofofa?
Son sentimientos encontrados. Uno le toma cariño a la gente. Sofofa tiene 70 colaboradores, con quienes se genera una relación de afecto. Y por otro lado, una satisfacción enorme, sin falsa modestia, de que hicimos un trabajo que ha sido reconocido. Viajamos mucho, recorrimos Chile. Entonces hay tranquilidad del deber cumplido. Y eso se refleja en las muestras de cariño que recibí, incluso gente que a veces es más lejana a uno.
¿Fue más difícil de lo que pensó?
Fueron dos períodos, un primer año con el Presidente Piñera que me sirvió mucho para aprender y después un año con la Presidenta Bachelet donde tratamos de plantear nuestras ideas y defender los principios que tiene Sofofa, y que fueron difíciles. Aunque se haya dicho después que fue una metáfora, esa expresión de la retroexcavadora fue más potente de lo que se pensaba.
No nos trataron muy bien, pero siempre opinamos desde lo que creemos. Pero nunca sentimos las puertas cerradas. Nosotros siempre golpeamos puertas, nos juntamos, hicimos propuestas.
¿Y la recepción?
Siempre dijimos que la recepción fue de mucho respeto, nunca se nos cerró una puerta, pero nos dio la sensación de que fuimos oídos y no escuchados. Pero salvo eso, fue grato y amable.
¿No es señal de una relación compleja la ausencia de la Presidenta en la Cena de la Industria en 2015?
Es indudable que fue una señal, pero en esa época no había nada que pudiera tensionar la relación. La Presidenta asistió en 2014, y fue una relación en general de mucha cordialidad.
Tras su elección y durante su período se explicitaron en ocasiones diferentes corrientes internas en el gremio. ¿Siente que contribuyó a eso?
Si se mira la elección de 2015 y ahora, independiente de las discrepancias o posiciones e incomodidades del momento, Sofofa tuvo una elección y quedó tremendamente unida. Muchos apostaban a que Sofofa estaba incendiada por todos lados, pero no había tal, el gremio tiene la capacidad de salir adelante. Yo dije en el discurso que los liderazgos se ponen al servicio de Sofofa. No Sofofa al servicio de los líderes.
¿No fue un fracaso la búsqueda fallida de un candidato de consenso para el período 2017-2019?
Yo pensé que se iba a lograr, hablé con mucha gente, pero los que generaban consenso no querían. Había varios que me atreví a proponer, pero nunca quisieron. No estaban dispuestos. Pero el proceso electoral al final mostró la capacidad de poner adelante los intereses de Sofofa.
Caso espionaje
¿Por qué no se hizo la denuncia inmediatamente, cuando se enteró del supuesto espionaje en la Sofofa?
Cuando se sabe lo de Carozzi, yo me entero un día lunes en Antofagasta. En la tarde de ese día, llamo al gerente y le digo 'mira, pasó esto en_Carozzi, por qué no contratas a una empresa para que haga un chequeo'. Llegué el día martes y estaban buscando a quién contratar, y el día miércoles, como no encontraron a nadie, llamamos a la empresa que había hecho el trabajo en Carozzi, y el día viernes en la tarde esta empresa descubre los micrófonos. Ahí nos caímos de la silla todos. Y viene el proceso de qué es lo que hacemos. Entonces llamamos a un abogado, Juan Domingo Acosta, penalista. Había opciones: no hacer nada, hacer una denuncia, etc. Entonces alguien tenía que decir por escrito si había encontrado algo. Pero evidentemente es un hecho que era algo grave y no se podía ocultar. Entonces en cinco días estaba presentada la denuncia. Unos dicen que lo hicimos demasiado rápido, otros que fue demasiado lento.
La duda es por qué se contrata una empresa antes de hacer la denuncia. Eso lo dijo el propio fiscal.
Yo no puedo llamar a la policía sin tener ningún antecedente. Cualquier cosa que uno le diga a la policía sale en la prensa, imagínate ese escenario. Para qué. ¿Y si no hay nada?
¿Temió que el objetivo final fuera chantajearlo?
No es broma. Es verdad. Una de las cosas que llegué a pensar es que me pudieran chantajear. Por cosas tontas, pero sí como uno de repente es mal hablado diga cosas, la pueda embarrar. Pero estoy tranquilo.