Poco más de dos meses como presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) le quedan a Hermann Von Mühlenbrock y en el último tiempo se ha enfocado, principalmente, en dos grandes tareas: la elaboración de propuestas económicas para presentárselas a los candidatos presidenciales, y consultar con los consejeros gremiales el perfil de la persona que liderará la multigremial por el periodo 2017-2019.
Sobre esto, adelanta que las elecciones se realizarán el 30 de mayo, y que si bien la idea original es buscar un nombre de consenso, no hay problema con definir al nuevo titular mediante elecciones. En cuanto al escenario económico, advierte un error de diagnóstico de la actual administración e insiste que Chile perdió el foco en el desarrollo. En esta línea, declaró que el rechazo al proyecto minero Domiga, "es una decisión incomprensible".
En su discurso en el seminario de Sofofa se refirió al debilitamiento que ha tenido la economía producto de las reformas implementadas por el gobierno, situación que habría incomodado al ministro de Hacienda ¿reafirma esa tesis?
El presidente del Banco Central (Mario Marcel) ha hablado claramente de un país que viene por tercer año consecutivo creciendo en la zona del 2%. Hay que tomar un montón de medidas para volver a crecer. Hay factores absolutamente claros de que las reformas han afectado fuertemente a la economía. Deberíamos estar creciendo a una tasa bastante más alta que el 1,5%. Cuando uno crece al 1,5% con un crecimiento de la población de 1%, el país está absolutamente estancado. En eso como Sofofa hemos sido insistentes, un país que no crece y que no tiene el foco en el desarrollo, es un país que no tiene ninguna capacidad de resolver los problemas de la gente. Tenemos una muy buena relación con el ministro Valdés, pero hay consenso en que la reforma tributaria es una mala reforma.
¿Desde el Ejecutivo le bajan el perfil al deterioro económico?
Los ministros hacen su trabajo. Tengo la mejor opinión del ministro Valdés y trabajamos mucho con él, igual con Economía. No diría que se minimiza, creo que Valdés está haciendo lo mejor que puede hacer en un momento en que el gobierno está políticamente complicado.
Usted dice que el gobierno no ha puesto el foco en el crecimiento ¿cuándo se perdió ese foco?
Se perdió exactamente en la elección de la Nueva Mayoría en noviembre de 2013. Se fijó como obsesión que el problema de Chile era la desigualdad, y con ese diagnóstico tú construyes políticas públicas destinadas a resolver ese problema. Ahí se parte con un diagnostico errado, que se repite sistemáticamente en muchas de las políticas públicas. ¿Hay desigualdad?, sí. ¿Molesta la desigualdad?, obviamente, pero la pobreza es intolerable. A mí la desigualdad me molesta, pero la pobreza me indigna. La desigualdad puede que nos incomode, pero lo otro es inaceptable, no es ético no preocuparse del crecimiento.
¿Qué tan complejo será retomar el foco del crecimiento? ¿Cuánto podría demorar?
No soy economista, pero con los grupos de trabajo de la Sofofa queremos hacer un planteamiento y lograr que Chile se alinee sobre ciertos pilares y puntos de encuentro que son fundamentales y minimizar las discrepancias. La concertación gobernó 20 años, y la diferencia siempre eran matices, pero había una línea de entendimiento y de grandes acuerdos. Chile logró durante 20 años transitar por los grandes acuerdos, y eso fue lo que hizo que este país que era 6° o 7°, pasara a ser el 1° en América Latina, y eso es lo que nosotros creemos que es posible retomar. Los empresarios también hemos cometido errores, debilitando el apoyo que debería tener el emprendimiento privado.
Ustedes están preparando propuestas en materia económica, pero dependerá de los candidatos presidenciales tomarlas o no…
Tendremos que explicarlas. Para nosotros empíricamente América Latina demostró que los sistemas que confiaban todo a las decisiones del Estado no funcionaron. El Estado tampoco ha funcionado, por algo el comunismo se acabó en los años 90. ¿Por qué se acabó el comunismo? porque no fue capaz de resolver los problemas de la gente, eso es así de simple. El comunismo después de 70 años no fue capaz de generar bienestar a las personas, el sistema de mercado evidentemente le genera más bienestar, no significa que sea un sistema donde todos sean felices.
Entonces ¿por qué reflotan esas ideas?
Porque hay ideologismo, evidentemente cuando hay traspiés se trata de buscar métodos alternativos. Si el país estuviera creciendo al 4% o al 5% evidentemente que esta discusión no sería tan fuerte, pero hoy Chile es un país que está complicado. La gente ve que no hay solución a los dos millones de personas que siguen siendo pobres, cuando la gente ve ese tipo de cosas empieza a buscar soluciones y es legítimo.
¿En qué se debería enfocar el gobierno, en su último año, contemplando que el propio ministro Valdés quiere moderar el ruido de algunas iniciativas para bajar la incertidumbre?
Lo que tiene que buscar el gobierno son los puntos que generan consenso y trabajar sobre eso para tratar de tener un año de mayor consenso. El ministro ha dicho que hay que respetar el tema de asegurar y reforzar la institucionalidad del Estado, mantener la sobriedad fiscal, y trabajar con el parlamento para que no aparezcan leyes como este proyecto tarifario de las sanitarias que van generando tremendas distorsiones.
¿No ayudan situaciones como el rechazo al Proyecto Dominga?
Es una decisión incomprensible, porque sobre la base de argumentos subjetivos se impide al país tener un proyecto industrial que generaría un desarrollo enorme, trabajo y bienestar para mucha gente. ¿Cómo puede ser que un intendente rechace un proyecto por sus convicciones y sin basarse en argumentos legales o técnicos? Esta señal es nefasta para los inversionistas, porque si se hace todo el esfuerzo de cumplir todas las regulaciones y exigencias, que no son pocas, todavía no tengo certeza que voy a poder realizar un proyecto, porque debería consultar a cada autoridad involucrada su opinión personal. Este tipo de decisiones son las que nos llevan al estancamiento económico en que estamos.
A Valdés se le aplaude mucho su responsabilidad fiscal, pero por otro se le critica su diagnóstico respecto al estado de la economía, ¿dónde se posiciona usted?
Es un tema humano. Él se ha sacado la mugre, nos consta las ganas y el esfuerzo que ha dado el ministro en esto. Pero tiene un mundo político muy complicado.
Hay gente en el mercado que sostiene que está sobre pasado...
Hay un desorden político muy grande, basta con ver cómo están funcionando las opiniones en la Nueva Mayoría. Yo lo entiendo, se saca la mugre trabajando, tiene algunos éxitos. Es humano que él diga que el 1,7% es brote. Uno siempre habla de los deseos, porque uno es humano, por muy tecnócrata que sea.
A menos de un mes de que entre en vigencia la reforma laboral ¿cuáles son sus preocupaciones?
Cuando la ministra del trabajo de la época dijo que las relaciones laborales se van a judicializar en mayor forma a lo que había antes, significa que la ley es muy mala. Si una ley lleva a que las situaciones se deban resolver en tribunales, significa que es muy mala, y esa es nuestra preocupación. Evidentemente nos preocupa, porque es un tema complejo. Recuerdo una de las cosas buenas que tenía el proyecto, que era la huelga pacífica y lo borraron. Miren lo que pasa ahora en Escondida, uno de los problemas de la huelga es la no huelga pacífica, que se les impide a los que quieren trabajar y que no están en huelga ir a trabajar.
Y respecto a los grupos negociadores ¿han obtenido alguna señal desde la Dirección del Trabajo?
No hemos recibido nada aún.
Escenario Interno
¿Cómo avanza la definición de un candidato de consenso?
Empecé a llamar a los consejeros, diría que he hablado con cerca de unas 60 personas. Hay unanimidad en que la persona tiene ser un candidato con valores, principios, que represente la fuerza empresarial y el tema etario no es un problema.
Da la impresión que el nombre de consenso es Fernán Gazmuri…
No me corresponde hoy buscar al candidato, lo que estoy haciendo hoy es escuchar a los consejeros y ver qué es lo que ellos opinan, lo que ellos piensan, el perfil que buscan y buscar alguien de unidad. Mientras este proceso no termine no puedo ser irresponsable en presentar un candidato y hacer el show de conversar con la gente.
¿Pero el Gazmuri ha descartado su disponibilidad?
Hay 62 candidatos, cualquiera de los 62 consejeros puede ser presidente. No me corresponde saber quién se descarta o no.
¿No se lo han manifestado?
Es que no hablo con candidatos, hablo con consejeros. Aquí van a votar 117 personas, de estas 117 personas, 62 son candidatos, porque los consejeros gremiales no pueden ser presidentes por estatutos. Independiente de las conversaciones que puedan existir fuera de la Sofofa, quiero ser enfático en que la búsqueda del candidato de consenso es responsabilidad de esta mesa.
¿En los planteamientos que le han entregado, hay condiciones o limitantes, como que no estén relacionados a casos de colusión?
No puedo dar detalles. Lo que sí puedo decir es que el común denominador, en donde una parte está de acuerdo, es que el tema etario no es problema. Segundo, que el próximo presidente tiene que tener valores, principios, ser un gran profesional, con respeto hacía sus pares, con capacidades empresariales y profesionales, eso también es importante. Esas son básicamente las condiciones que han puesto. No me corresponde entregar información que los consejeros me han entregado reservadamente, aún tengo tiempo para conversar con ellos.
¿Cuándo se realizará la elección?
Las elecciones serán el 30 de mayo y no se va a pautear por la prensa el perfil del nuevo presidente.
¿Hay opción de elegir entre más candidatos, considerando que algunos consejeros han manifestado su interés?
El acuerdo es buscar un candidato de unidad, en eso todos están de acuerdo. Pero muchos han dicho que si el candidato no es realmente de unidad, no es malo que haya elecciones. Nadie dramatiza con que haya elecciones. El consenso y la unanimidad son algo bueno, pero la democracia también es buena. Pero mi sensación es que debería haber unidad.