Con la concreción del sueño de Miiko Albornoz de jugar por Chile, su hermano mayor, Mauricio, también manifestó su ilusión.
"Me encantaría jugar por Chile. La verdad es que al ver a mi hermano se enciende esa tremenda ilusión", dice Mauricio, volante de 1,83 metro del Brommapojkarna, de la primera división sueca y que la temporada pasada finalizó en el 13° puesto con 32 puntos, a 31 unidades del Malmo, equipo del ahora seleccionado chileno.
"El año pasado no estuvimos en buena forma, pero yo en lo personal sí. Anoté 10 goles y aporté con seis asistencias. Eso es muy bueno para un volante", asegura el jugador de 25 años.
Sin embargo, para Mauricio su deseo "no es más que un gran sueño, ya que no he hablado con nadie ni me han contactado de ninguna forma". Pese a eso, en su familia asumen que los ojos de todos estarán más cerca de su familia por el protagonismo adquirido por Miiko, lo que podría aportar a que, en el mediano plazo, los dos futbolistas del clan Albornoz defiendan la camiseta de la Selección.