Internado en el Hospital Clínico de la Universidad Católica permanece José Cruzat, hermano mayor de Felipe Cruzat, el pequeño que murió a la espera de un trasplante, luego que se le diagnosticara un empeoramiento de la afección cardiaca que se le detectó hace algunos años.

Los médicos evalúan a esta hora si el procedimiento al que debe ser sometido será encargado al área pediátrica - el mismo especialista que trató a Felipe- o de cardiología adulta.

Una vez que Felipe se viera afectado por el primer infarto, se decidió realizar un chequeo a todos los hermanos, momento en el que se detectó que el corazón de José latía más lento por las noches, por lo que se decidió colocarle un marcapasos.

Cada seis meses José tenía que ser controlado, pero el pasado 17 de junio, se detectó la súbita afección cardiaca.

El padre del menor internado, Gonzalo Cruzat, afirmó que "esperamos en Dios que el desenlace de esto no sea igual que Felipe. De hecho lo encomendamos a la Virgen del Carmen y  no le estamos pidiendo un trasplante, sino un milagro".

"José no tiene miedo a la muerte. Cuando uno está una enfermedad grave, siempre está el riesgo de la muerte. José no tiene miedo de la muerte, él tiene un poco de miedo de hacer su vida normal", sentenció Cruzat.

Se espera que a eso de las 17.00 horas el Hospital Clínico de la Universidad Católica entregue mayor información sobre el estado del menor. Se espera que sea intervenido mañana.