Después de brillar en el último día del triatlón de los Juegos Sudamericanos de la Juventud, los hermanos nacionales Cristóbal (14) y Martín Baeza (16) se vieron rodeados de cámaras. Y recibieron esa atención no sólo por su historia familiar, sino también porque ayer destacaron en la conquista del bronce de los relevos mixtos, en el Parque Renato Poblete. El sábado, además, lograron respectivamente el primer y segundo lugares del súper sprint individual.
En la carrera, donde Ecuador venció escoltado por Argentina, Chile comenzó en quinto lugar con Josefina Flores. Martín, el segundo, escaló al equipo al cuarto puesto. Antonia Meza mantuvo la posición y Cristóbal, el último, superó al brasileño David Lucas en la bicicleta para confirmar la medalla que ya estaba en las manos, porque brasileños y uruguayos compitieron con un equipo combinado y no aspiraron al podio.
Y así cerraron su campaña los hermanos temuquenses, que se desarrollan juntos desde sus primeras brazadas. Ambos comenzaron en la natación, Cristóbal a los seis años y Martín, a los siete, motivados por su padre triatleta Víctor Hugo Baeza, y luego pasaron al triatlón.
Hace tres años, el hobby por el cual competían más de 10 veces anuales pasó a un proceso más contundente de entrenamiento junto al entrenador Sergio Espinoza, quien los encaminó a representar el país desde este año. Y entrenando cuatro horas diarias, para competir por el club T3 de Temuco y el país, comenzaron a destacar a nivel internacional.
Y después que Cristóbal ganara cuatro veces y Martín venciera en tres ocasiones el Kids Challenge del Ironman 70.3 de Pucón, además de varios torneos nacionales, Cristóbal fue campeón mundial escolar en Aracajú (Brasil), ganó plata en el Sudamericano Youth en Montevideo y, ahora, él y su pariente hicieron el doblete y fueron las estrellas del equipo mixto.
Eso sí, se enfrentan mucho como rivales. "Hoy Cristóbal me gana más. Antes era yo, porque creo que él no se desarrollaba plenamente", dice Martín.
"Pero nos tomamos como un equipo. Es mucho mejor tener a un hermano y amigo que siempre esté ahí. Esta medalla se la dedico a mis familiares y a él", expresa Cristóbal, y su fiel colega dice: "Hoy sé que él corre más rápido, busco entrenar para llegar a su nivel".
Ante las cámaras, el mayor es el más extrovertido. "Quien hace tallas soy yo, y soy yo a quien retan. Yo pongo chispa y Cristóbal trae más orden porque es más callado y hace todo más tranquilo", cuenta Martín, quien enfrentará un importante obstáculo para cumplir su próxima gran meta. "Ahora buscamos ir los Juegos Olímpicos de la Juventud (del próximo año, en Buenos Aires), pero va uno por país y tendré que ganarle a este huevón", bromea el mayor de los hermanos, amigos y rivales de lujo.
En el resto de la jornada (ver Medallas Chilenas), lo mejor para el el equipo nacional fue el oro de Héctor Quintana en la contrarreloj en el ciclismo.