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Hernán Briones: "Yo soy un industrial, quería quedarme en la propiedad de Indura"

El presidente de Bío Bío explica por qué cedió el control de la productora de gas a Air Products, pero mantuvo el 31%. Invesa, el holding familiar, recibe US$ 620 millones, pagará deudas y ya explora nuevas expansiones en Latinoamérica.

A Hernán Briones Goich lo han llamado insignes empresarios para felicitarlo por lo que han denominado "el negocio del año". Presidente de Cementos Bío Bío e Indura, el hijo mayor del fallecido Hernán Briones Gorostiaga selló esta semana la venta del control de Indura, el mayor productor latinoamericano de gases industriales y medicinales, a la estadounidense Air Products. La sociedad de inversiones que controla con su hermano Pablo y su madre, Sylvia Goich, Invesa, recibirá US$ 620 millones por el 51,77% de Indura, pero mantendrá el 31% de una empresa que podría valer aún más en tres a cinco años, cuando tiene la opción de forzar la venta de su porcentaje restante. Previamente, Briones reordenó los negocios del clan familiar y separó aguas con sus hermanas Anita y Loreto, quienes salieron de Invesa, pero se quedaron en Bío Bío.

Briones tiene la costumbre de hablar con la prensa sólo tras un gran negocio. Y esta es la ocasión de hacerlo. "En el año 2007 Indura valía US$ 300 millones y hoy vale entre US$ 1.400 millones y US$ 1.500 millones", cuenta a La Tercera. En un lustro, Briones expandió la firma y compró posiciones en mercados relevantes de Latinoamérica. Hoy tiene filiales en Argentina, Perú, Ecuador, Colombia y México. Todo con un grupo de estrechos asesores, que integran José Ramón Valente, de Econsult, y el abogado Felipe Vial. Pero también acumuló pasivos que serán pagados con esta operación.

El empresario, de 64 años, niega haber vendido forzado por las deudas, pero sí admite que era una consecuencia lógica de la reestructuración societaria de febrero. En esa fecha, sus hermanas vendieron su participación indirecta en Indura en cerca de US$ 250 millones y dejaron la matriz familiar, Invesa. Aunque hace cinco años y tras otra separación, luego de la salida del grupo de Felipe Briones, dueño de Pesquera Yadrán, pretendían permanecer juntas con Hernán y Pablo, diferencias en torno a la venta de Indura, que había atraído a grandes multinacionales, gatillaron la nueva escisión. "Teníamos formas distintas de aproximarnos a este negocio, de cómo hacerlo, qué porcentaje. (...) Yo soy industrial, soy más empresario, quería quedarme", relata Briones.

Air Products quería comprar el control y mantener socios locales con porciones minoritarias. La francesa Air Liquide, en cambio, aspiraba al 100%, pero la transacción difícilmente prosperaría por razones regulatorias, dada su presencia en Chile y la región. "Era difícil que esa operación se hubiera aprobado, porque habrían tenido que desinvertir en algo. Se enredaba", explica el empresario.

Antes de sellar la transacción, Hernán y Pablo Briones decidieron dividir sus inversiones con sus dos hermanas. Compraron sus participaciones, pero elevaron las deudas de Invesa -que arrastraba US$ 200 millones en pasivos- a US$ 450 millones. Esa carga financiera aceleró las negociaciones para la venta a Air Products, las que fueron asumidas por el Itaú, que además financió la reorganización en Invesa. Briones no se arrepiente del diseño de la operación completa y asume que no fue fácil. "Yo reconozco que tomé riesgos, y riesgos grandes, pero me resultó. Sabía que tenía que funcionar si les compraba (su participación) a mis hermanas", afirma.

El nuevo holding


Invesa es la matriz de un holding reestructurado que ahora no tiene deudas y que posee el 26% de Bío Bío -que controla en alianza con otros minoritarios-, HB Comercial y el 31% de Indura. Recibió US$ 620 millones, pero tras pagar deudas y entregar US$ 60 millones en garantía a Air Products por tres años, por cualquier eventualidad futura, quedará con unos US$ 100 millones en liquidez para nuevos negocios. Y con una renovada capacidad crediticia. "Estamos estudiando varias cosas, en las mismas áreas donde estamos, con calma", dice el presidente del holding, en cuyo directorio están Valente, Vial, su hermano Pablo y el abogado Francisco Urenda, por su madre.

En Indura, Invesa tiene una opción para vender su restante 31% a Air Products, durante una ventana que se abre en tres años y se cierra en cinco. Si decide ejercer su opción, ambas partes nombran tres bancos de inversión que calculan el valor de la empresa. El precio más alto es el que se paga. "Si esta compañía creció en cuatro o cinco años a más del doble, yo veo algo parecido acá de la mano de ellos. Hay mucho valor por agregar en esta compañía", estima Briones.

El empresario revela que todas las otras ofertas de grandes actores eran por el 100% de Indura. "Mi apuesta era quedarme y lo conseguí. Le tengo fe a la compañía. Me quedé con un pacto que me protege muy bien en esta operación", detalla. Briones elige dos directores de cinco y sigue como presidente de Indura. Y tiene otros resguardos: el pacto exige cuatro de cinco votos para aprobaciones de presupuestos, inversiones o aumentos de capital, lo que le da una suerte de veto en temas claves.

Indura, presente en forma directa en cinco países de la región, no está en Brasil, donde sí opera Air Products, pero en la venta mayorista de gas. "Es un mercado muy interesante, gigantesco, al que podemos acceder ahora (...). Por eso le veo la magia de juntar las dos compañías", ejemplifica. A ello se agrega el aporte de una empresa del tamaño de Air Products, que invierte US$ 250 millones en tecnología e innovación.

Indura, así las cosas, seguirá siendo parte esencial del patrimonio del holding. La otra pieza relevante es Bío Bío, la cementera que tiene el 31% del mercado local y que también preside Briones. La compañía puede replicar el camino de internacionalización de Indura. Ya a fines de 2010 se asoció con la brasileña Votorantim en un proyecto cementero en Perú. La construcción de una planta en Lima, sin embargo, no se ha podido iniciar por falta de algunas autorizaciones. "Perú es un mercado en el que hay que estar", dice sobre un país que consume más de 10 millones de toneladas de cemento al año, casi el doble que en Chile. Pero no será sólo Perú. "Mi idea es expandir esta empresa, internacionalmente, desde el punto de vista de la cal y el cemento. Estamos buscando oportunidades en todos los mercados en los que podamos hacer algo", sostiene.

Bío Bío compite en Chile con Melón y Polpaico, pero se ha sumado a la lucha el grupo Hurtado Vicuña. Briones insiste en que Bío Bío tiene la mayor capacidad instalada y los costos más bajos de la industria, pero le inquietan los altos precios energéticos (ver recuadro). "La competencia es sana, no tengo ningún problema con la competencia". Los últimos años, que se avizoraban buenos por la reconstrucción posterremoto, fueron difíciles para la industria, relata el timonel de Bío Bío. Pero el panorama está cambiando. En el primer trimestre, los despachos de cemento de la firma subieron 26%. "La demanda es mayor y esperamos que se mantenga", señala.

Además, adelanta que Bío Bío refinanciará deudas por US$ 250 millones, a siete años plazo, en un acuerdo con la banca que será suscrito en julio. Con ello, reducirá  otra de las mochilas financieras del grupo, derivada, en parte importante, del mal negocio de cerámicas. La firma vendió el año pasado todas las operaciones de Cisa, salvo Venezuela, en una transacción que le ocasionó pérdidas por más de US$ 50 millones. Vencerámica, en Venezuela, se intentó vender, pero no hubo interesados. "La estamos operando. Vamos a ver qué pasa", afirma Briones.

La tercera generación

Constanza, la hija menor de Hernán Briones, y Cristina, economista, hija de Pablo Briones, trabajan en HB Comercial, firma que distribuye más de 25 marcas de relojes, joyas y accesorios en Chile. El esquema de ingreso de la tercera generación al holding ya lo tenían conversado cuando estaban cuatro de los cinco hermanos Briones Goich en Invesa. Ahora que hay sólo dos hermanos, y que han tenido otras prioridades, trabajarán una nueva transición junto al abogado Felipe Vial. "Dentro de este año y el próximo lo vamos a dejar ordenado", adelanta.

Pero ya tiene algunas definiciones que seguirán: "Yo quiero manejar esto desde un punto de vista profesional. Si alguien se incorpora, estará por méritos. Y si está, puede ser en la parte directiva, eventualmente. Es un acuerdo de palabra con mi hermano", relata Hernán Briones Goich, el hombre del "negocio del año".

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