El Senador Hernán Larraín (UDI) volvió a criticar la fórmula elegida por el Gobierno para tratar el conflicto educacional, que consiste en el envío de proyectos de ley independiente de las negociaciones con los líderes estudiantiles.
 
Para Larraín, uno de los principales partidarios de negociar directamente con los estudiantes dentro del oficialismo, lo razonable es "quitarle la urgencia a los proyectos de educación, porque ello genera una señal clara de que no hay apuro en tratar sus demandas. Eso permite dejar tranquilos a los alumnos, y se demuestra que se quiere avanzar en las peticiones que ellos indican".
 
Pero el senador no se quedó ahí, agregando que "si se generan cambios convenidos, estos sí o sí se traducirán en indicaciones a los proyectos presentados, o bien, se tendrán que presentar otros".
 
Frente a este mismo tema, el presidente del senado, Guido Girardi (PPD) también insistió en  criticar la actitud del oficialismo. "En el Gobierno se están imponiendo los grupos conservadores y de aquellos que crean que este movimiento es una amenaza y no una oportunidad".
 
Las críticas de los parlamentarios coinciden con sondeos de opinión que señalan que las demandas estudiantiles siguen manteniendo altos niveles de apoyo ciudadano. Un caso es la última encuesta del Centro de Estudios de La Tercera, donde la adhesión a las movilizaciones alcanza un 69 por ciento, al igual que las gestiones lideradas por Camila Vallejo.