Tras la crisis que ha envuelto y ha remecido durante los últimos meses a la UDI -la que llevó a que Ernesto Silva renunciara a la presidencia del partido-, el nuevo timonel, Hernán Larraín, no estimó que sea conveniente juzgar a los personeros políticos y militantes, sea del partido que sea, antes de que se pronuncie el Tribunal Supremo. Pero tampoco aseguró de que habrá sanciones a nivel institucional cuando la justicia dictamine.

Es en ese sentido que ratificó una postura que se ha masificado en el ámbito político: el dejar que las instituciones funcionen. Al mismo tiempo, el presidente de la comisión de Ética y Transparencia del Senado indicó en Tolerancia Cero que su principal labor al mando de la bancada gremialista es "sacar, no solamente a la UDI, sino que a la política de los tribunales".

"Yo he asumido la presidencia de la UDI para hacerme cargo de los problemas políticos que hoy existen. Siento que le estamos haciendo un grave daño al país porque la política esta paralizada hoy en Chile", sostuvo Larraín, añadiendo que "si he aceptado esta presidencia es porque creen que puedo ser yo un factor de unidad y porque mi meta es asegurar esa unidad".

Asimismo llamó a las personas a que no haya un prejuicio por quienes están siendo investigados, refiriéndose incluso al trato que ha recibido el hijo de la Presidenta, Sebastián Dávalos.

"Yo he visto aquí que hay algunos que han sido muy maltratados, no solamente gente nuestra. Creo que a Sebastián Dávalos lo han tratado de una manera ignominiosa. Aquí se está manoseando todo y todo el mundo se siente con derecho a opinar, a juzgar y a descalificar a personas que están siendo recién investigadas", criticó el senador, respondiendo a que él no le corresponde determinar o aplicar respectivas sanciones.

"Tengo la impresión que hoy la gente quiere castigar a estas personas. Quieren que suspendan su militancia. Por favor ¿por qué los vamos a castigar? Cada uno tendrá que afrontar sus procesos judiciales. No es la responsabilidad de la UDI", dijo al ser consultado por la situación de Jovino Novoa y otros miembros que son investigados, agregando que "puedo decir que tengo confianza de que no han cometido ningún hecho ilícito. Iván Moreira admitió que había cometido una irregularidad, pero no un delito, siguiendo una práctica que es bastante generalizada en el mundo profesional y de las empresas".

Por otro lado, el nuevo presidente de la UDI desestimó que un eventual acuerdo transversal tuviera matices de ser un "arreglín", refiriéndose a que se debe aplicar la justicia, pero ésta no debe ser confundida entre lo institucional y lo penal.

"Yo no creo ni en el arreglín ni en la impunidad, yo lo que quiero es que en esta materia tiene que sincerarse lo que ha ocurrido. Segundo, se tiene que hacer justicia y se tienen que aplicar las sanciones, las que correspondan", concluyó el senador.