Las dos "joyitas" de la nueva nómina de Jorge Sampaoli dieron inicio a la sexta fecha en España. Enzo Roco en el Elche, y Pablo Hernández por el Celta de Vigo. Ambos titulares en el enfrentamiento que se llevó a cabo en el Martínez Valero, con equipos luchando por distintos objetivos, en los dos extremos de la tabla. Y con los mejor posicionados también estaba Fabián Orellana, uno de los grandes ausentes para los amistosos ante Perú y Bolivia.

Ya fuera festejo por el llamado o desquite por el olvido, hoy se escribía otra historia. El local, con un ataque impetuoso pero desordenado, intentaba con poco hacerle daño a su oponente para sumar tres puntos que lo alejen de la zona más compleja de la clasificación. En tanto, el equipo de Berizzo mostraba más pericia en el armado, pero sin ese pase final que abriera la cuenta.

Uno de los principales activos de la visita fue Hernández, algo más retrasado que su posición natural, lo que le impidió aprovechar sus mayores virtudes, pero con notoria disposición para sumarse al ataque e intentar culminar las jugadas ofensivas. Probó con varios remates a portería, pero ninguno lo suficientemente dañino como para sumar su segundo gol en la temporada.

Orellana lució mucho más, con sus habituales escapadas por las bandas en diágonal hacia el centro. Un más que correcto partido del puntero, que falló la más clara en los 53 minutos, cuando empalmó de primera un pase a la espalda de la defensa, sin suficiente dirección para sorprender al meta en el primer palo. Le faltó compañía para gravitar más en función de su velocidad.

El cero a cero se mantuvo con justicia hasta bien entrado el partido, que resultó ser demasiado complejo para la zona creativa de los equipos, incapaz de lograr la profundización necesaria para eludir dos defensas bien paradas en zona propia. Y aunque el Celta lucía mejor, las más claras fueron para el elenco franjiverde. En el minuto 60, la más clara, curiosamente gracias un jugador del Celta: Fontás peinó un tiro libre hacia su propio arco, que dio en el travesaño, rebotó en la línea, y abandonó la zona de peligro.

Los diez minutos finales del partido trajeron mucho más emociones que todo el resto, con ambos equipos inconformes con el empate en blanco, lo que los animó a armar un ida y vuelta que encendía al público en el estadio. Y cuando los puntos comenzaban a repartirse, se desató la celebración de la visita, pues Nolito encontró un vacío a la espalda de Roco y compañía que aprovechó para recibir y definir el partido en el minuto 90'.

El agónico resultado le permitió al Celta encadenar su tercera victoria consecutiva, que deja a los de Berizzo a una mínima distancia de los líderes de la clasificación, mientras que el Elche permanece estancado en los cuatro puntos, demasiado cerca de la zona de descenso.