Con un discurso de no más de 15 minutos, en el que reconoció los problemas que debió enfrentar a la cabeza de la PDI, Arturo Herrera dejó hoy oficialmente la institución durante la ceremonia de traspaso de mando al nuevo director Marcos Vásquez. El evento se realizó en la Escuela de Investigaciones.
Herrera valoró el apoyo dado a su gestión por el gobierno, pero aseguró haber estado solo en situaciones conflictivas, aludiendo a los casos de corrupción que han afectado a miembros de la PDI y puntualmente a la investigación a la red de prostitución infantil desbaratada en Valparaíso.
"Estuve solo en muchos momentos, más de los que imaginé" dijo Herrera agregando que más allá de las críticas, entrega una "institución más modernizada y más transparente que antes".
El ex director de la PDI afirmó que se va "con la frente en alto" y que agradecía el apoyo que "siempre había recibido de la Presidenta". Michelle Bachelet estuvo presente en la ceremonia y a su término dio un abrazo a Herrera.
A nombre del gobierno, el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, manifestó que "él (Herrera) ha contado siempre con el apoyo del gobierno y de la Presidenta, como reconoció. También contó con mi apoyo y del ministro de Defensa". Respecto de la gestión del ex director de la PDI, Pérez Yoma destacó el proceso que encabezó de modernización de la policía, aunque agregó que "desgraciadamente, estuvo salpicada por eventos que estaban fuera de su control".
Sobre los casos de corrupción en que están vinculados detectives, la autoridad agregó que Investigaciones "ha tenido un gran desarrollo en el último tiempo, pero también se ha visto sacudida por una serie de problemas (...) creemos que, en el futuro, no van a desaparecer por entero, pero tenemos mucha confianza en que podremos superarlos".
Durante esta jornada, en tanto, la fiscal regional metropolitana Occidente, Solange Huerta, confirmó que el Ministerio Público indaga un nuevo caso que involucra a detectives, el que fue revelado por Herrera ante los diputados de la Comisión de DDHH una semana antes de renunciar.