Poco antes de Semana Santa, un par de efectivos del OS-7 de Carabineros llegó hasta las oficinas del Ministerio de Hacienda y entró en la Dirección de Presupuestos (Dipres). Su diligencia tenía como objetivo solicitar diversos archivos informáticos de Hugo Zúñiga Pailamilla (68), un histórico funcionario a cargo del Departamento de AdministraciónPresupuestaria, que supervisa y coordina a los 10 jefes sectoriales de esta repartición. La solicitud no tomó por sorpresa a las autoridades de la Dipres, donde por esos mismos días se había instruido un sumario administrativo contra Zúñiga por las mismas razones.
El fiscal regional de Magallanes, EugenioCampos, comenzó a investigar el rol de Zúñiga en la trama de malversación al interior de Carabineros luego de tomarles declaración a varios integrantes de la banda, entre ellos algunos cabecillas, como el general (R) Flavio Echeverría, el teniente coronel Pedro Valenzuela y el coronel Jaime Paz. Todos ellos aseguraron que Zúñiga figuraba en la lista de beneficiarios de gastos reservados de Carabineros y lo acusaban de recibir pagos irregulares para favorecerlos ante la Dipres en la adjudicación de nuevos recursos presupuestarios. Mientras algunos imputados, como el coronel (R) Patricio Morales, señalaron que Zúñiga "retiraba maletines con dinero en efectivo", otros, como el general (R)Echeverría, apuntaron a que incluso habrían existido servicios formales a través de boletas.
"Yo, cuando asumí el cargo de director de Finanzas, heredé las directrices de continuar con la distribución de gastos reservados de parte del general (Iván) Whipple, él me pasó la lista (...). Se acordó que yo mensualmente continuaría realizándole la entrega de su pago en un sobre con la suma de $ 500 mil, aproximadamente, por concepto de sus servicios de asesorías. Hugo Zúñiga tenía un cargo clave en la toma de decisión de la Dirección de Presupuestos", declaró Echeverría.
Reportajes también accedió a las declaraciones de Jaime Paz, quien señala que el pago a Zúñiga se registraba bajo la glosa "Asesorías Difincar": "Hugo Zúñiga era importante, porque se le presentaban los proyectos de Carabineros, él asesoraba y nos decía cómo tenían que presentarse los proyectos concursables. El nos brindaba ayuda con la finalidad de lograr que se aprueben los proyectos. El director de Finanzas, o sea mi general Echeverría, se vinculaba directamente con el señor Hugo Zúñiga, él era un señor influyente al interior de Dipres".
Tras las acusaciones, la fiscalía inició pesquisas por el presunto delito de cohecho y solicitó alzar el secreto bancario de Zúñiga para iniciar un análisis de su patrimonio, lo que fue autorizado por el 7° Juzgado de Garantía de Santiago. El jefe de la Dipres también ha declarado como imputado en dos ocasiones: primero ante el fiscal Miguel Angel Orellana, que participa de la investigación original iniciada en Punta Arenas, y luego ante la fiscal Macarena Cañas, que persigue la arista de los gastos reservados. De acuerdo a fuentes conocedoras de las pesquisas, Zúñiga ha negado todo.
Familia uniformada
El ingeniero comercial Hugo Zúñiga proviene de una familia de cinco hermanos de San Vicente de Tagua Tagua. Su padre, Martín Zúñiga, era suboficial de Carabineros. Cursó su educación básica y media en Rancagua y luego entró a la U. de Chile. En abril de 1972, antes de titularse, comenzó a trabajar en la Dipres, el primer y único trabajo de su carrera. Ahí se mantuvo después del Golpe de Estado, durante los cuatro gobiernos de la Concertación, la administración de SebastiánPiñera y hasta la actual gestión de Michelle Bachelet. Está casado con una prima, Viviana Monreal Pailamilla, con quien tiene una hija. Según quienes lo conocen, no milita en ningún partido político, pero es simpatizante socialista. "Es un técnico del partido de la Dipres, es decir, duro para manejar la disciplina fiscal", dice una fuente.
De sus 45 años en la Dipres, Zúñiga pasó 20 como jefe sectorial de Defensa, es decir, como el encargado del análisis de esa cartera y de las Fuerzas Armadas. Estuvo en esa labor entre 1982 y 2002, cuando asumió como jefe del Departamento de Administración Presupuestaria y coordinador de todos los jefes sectoriales. Permaneció en ese cargo por 10 años, hasta 2012, cuando la directora de Presupuesto de Piñera, Rossana Costa, lo trasladó a la Unidad de Estudios Presupuestarios. De acuerdo a ciertas fuentes de la Dipres, una de las principales razones del cambio fue que existían reclamos contra Zúñiga por malos tratos a los sectoriales. "Era un tipo inflexible, un patrón de fundo, incapaz de comentarios positivos. Sin embargo, no escuchamos nunca a nadie insinuando algo como esto", comenta uno. Por otro lado, cercanos a Züñiga dicen que el cambio de puesto se debió a una mala relación con el subdirector de la gestión de Costa, Guillermo Pattillo.
Con el retorno de Bachelet a La Moneda, Zúñiga recuperó su viejo puesto en Administración Presupuestaria y se hizo más poderoso que nunca bajo la dirección del socialista SergioGranados, con quien había trabajado durante años durante la dirección de Alberto Arenas. Diversas fuentes sindican a Zúñiga como uno de los "hombres de confianza" del director.
Según allegados a Zúñiga, este sigue trabajando en la Dipres hasta ahora, a la espera de que se resuelva el sumario, que podría quedar pendiente hasta que la investigación penal se agote. Entre tanto, el histórico analista de Presupuestos ha intentado descartar las acusaciones señalándoles a los fiscales que no ha recibido dineros irregulares y que las reuniones con altos mandos de Carabineros se debían sólo a la tramitación de algunos programas especiales solicitados por el gobierno de turno, que requerían de fondos frescos desde la Dipres.