Una gran mayoría de miembros del Parlamento libanés elegirán a Saad al Hariri para el puesto de primer ministro, preparando el terreno para su nombramiento este fin de semana, dijeron hoy fuentes políticas.

El Presidente Michel Suleiman celebrará consultas con los parlamentarios hoy y el sábado para decidir al próximo primer ministro. El sábado designará al candidato con más apoyos.

El sistema libanés de reparto de poder interreligioso reserva la jefatura del Gobierno a un musulmán sunita.

Las fuentes dijeron que Al Hariri, un sunita, sería designado por los 71 parlamentarios de su coalición en la Asamblea de 128 escaños, así como por los 25 parlamentarios de Hizbulá y su aliado chiíta Amal.

Al Hariri, que lideró a la victoria en las elecciones de este mes a una coalición respaldada por Estados Unidos frente a Hizbulá y sus aliados, apoyados por Irán, se reunió durante la noche con el jefe de Hizbulá, Sayyed Hassan Nasrallah.

Un comunicado conjunto de ambos señaló que los líderes, que sólo se habían reunido con anterioridad una vez en tres años, habían hablado y discutido el resultado de las elecciones y la posible configuración del nuevo Gobierno.

"También acordaron continuar las discusiones en la actual atmósfera positiva y tranquila y subrayaron la lógica del diálogo, la cooperación y la apertura", declaró.

Hizbulá había pedido la formación de un gobierno de unidad nacional con poder de veto para su alianza tras las elecciones parlamentarias, aunque el grupo no ha repetido la demanda desde la votación. Al Hariri rechaza este tipo de veto.

Aunque la mayoría con la que cuenta su coalición le bastaría para ser nombrado para el cargo, Al Hariri prefería lograr el respaldo de sus poderosos rivales para garantizarse un Gobierno sin sobresaltos.

Ofreció abrir una nueva página inmediatamente tras las elecciones. El grupo, considerado terrorista por Estados Unidos, lleva luchando contra las fuerzas israelíes desde principios de los 80.

Libró una guerra de 34 días contra Israel en 2006 en la que murieron 1.200 personas en Líbano y unas 160 en Israel.

Arabia Saudita y países occidentales como Estados Unidos han sido importantes defensores de Al Hariri, cuyo padre Rafik fue asesinado en 2005, y sus aliados en su lucha de poder con rivales respaldados por Siria e Irán.