Dice que le cuenta "todo, todo, todito" a su padre, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. Tiene apenas 23 años y aún no ha terminado su carrera de Economía, pero Nicolás Maduro Guerra, el único hijo del mandatario, asumió un cargo clave para el gobierno: actualmente, supervisa los planes y las acciones de la administración chavista para hacer "correcciones" y "recomendaciones" a su papá.

El hijo de Maduro, a quien los venezolanos prácticamente no conocen, comenzó a aparecer en público durante la campaña presidencial de abril pasado. Sin embargo, recién ahora, la semana pasada, se oficializó su cargo. Maduro Guerra lidera un equipo de 10 personas que trabaja nada menos que en el Palacio de Miraflores (sede de la Presidencia) y que hasta ahora ha recorrido cinco de los 24 estados en que se divide el país.

"Me toca, por ser mi papá el presidente. Mi objetivo es que seamos el mejor gobierno después del Presidente (Hugo) Chávez. Para eso hace falta una inspección diaria, una observación diaria de cada cosa que hace el gobierno nacional", explicó el hijo del jefe de Estado en una entrevista al sitio web Noticias 24.

El hijo de Maduro es fruto del primer matrimonio del presidente, quien este año se casó con su pareja de hace 20 años: Cilia Flores, ex presidenta de la Asamblea Nacional, procuradora general hasta marzo pasado y actual "primera combatiente" del gobierno. Maduro y Flores formaron una familia numerosa, ya que ella tiene tres hijos. También son abuelos. Flores aporta con una nieta y un nieto, mientras que Nicolás Maduro Guerra es padre de dos niñas. La menor nació en octubre  de 2012 y lleva el nombre de Victoria, un "homenaje" al último triunfo electoral del fallecido Hugo Chávez. Su otra hija se llama Paula Nicole.

Si bien desde que asumió el poder en Venezuela Maduro ha intentado imitar el estilo de Chávez, la inclusión de su hijo en importantes tareas de gobierno marca una diferencia con su antecesor. El fallecido gobernante tuvo cuatro hijos, pero sólo incluyó a sus dos hijas mayores en ciertas labores de su gestión. Así, su único hijo, Hugo Rafael, estuvo al margen de su administración y se le vio recién acompañando a su padre en los últimos meses de vida del mandatario fallecido en marzo.

Flautista

"Esta labor es hermosa. Ya solucionamos algunas cosas. Para nadie es un secreto que hay una caída en la producción (de lácteos)", ha dicho el hijo de Maduro. El mismo ha explicado que el equipo que dirige decide qué zonas del país deben visitar y luego entregan un informe al presidente sobre lo que debe ser transformado.

De acuerdo con la agencia France Presse, el grupo también recomendó facilitar al Ministerio de Servicios Penitenciarios la construcción de una nueva cárcel. En Venezuela suelen haber motines y luchas en los penales.

Maduro Guerra, un ex flautista del Sistema de Orquestas de Venezuela, sostiene que la fiscalización, que se realiza sin previo aviso, tiene una gran justificación: "Esto es para ser transparentes, para que no haya corrupción, para que exista una línea directa con el presidente de la República".

Sin embargo, su rol ha generado polémica. El diario caraqueño El Nacional dedicó un editorial al tema que tituló "hijo de papá". "Maduro reincide en esa enojosa práctica, convirtiendo a su primogénito en delfín, como hicieron en su momento Anastasio Somoza o François "Papa Doc"  Duvalier", opinó ese periódico.

En sus apariciones, Maduro Guerra ha lucido un estilo informal, con poleras de diversos colores y chaquetas "roja rojita", como decía Chávez.