En la Corte de Apelaciones de Valparaíso comenzaron los alegatos que buscan revertir las condenas contra los 21 integrantes de la red de narcotráfico internacional que lideraba el fallecido Carlos Silva Leiva, conocido como "el cabro Carrera", y que fue desarticulada  en 1997.

En 2004 y tras siete años de indagatoria, la magistrado del Segundo Juzgado del Crimen de Viña del Mar, Berta Froimovic, dictó las sentencias por lavado de dinero y asociación ilícita contra los involucrados, entre ellos Mario Mateo Silva Soto, hijo del fallecido narcotraficante, quien recibió una pena de 15 años de cárcel.

La organización del "cabro Carrera" cayó luego de que en la estación Termini de Roma de Italia, la policía detuviera a la hija de una modelo y jugador de fútbol. 24 horas más tarde, la brigada Antinarcóticos de la PDI allanaron los domicilios del hijo de Mario Silva Leiva y su familia, lográndose la detención de los involucrados. En el proceso se acreditó que el grupo estaba implicado  en envíos que eran gestados en Chile, y con posterioridad los envíos se hacían desde Brasil a Europa y a Estados Unidos.

Pese a las pruebas, el hijo del "Cabro Carrera" descartó su participació y dijo que "yo nunca estuve implicado en los negocios de mi padre, si yo no vivía en Chile, yo salí a los 16 años del país. De narcotráfico nunca supe yo, porque ni siquiera me crié con mi papá. Quedé como jefe de la organización, pero estoy mal enjuiciado, todo fue incorrecto, me secuestraron prácticamente desde Bolivia para traerme aquí", dijo Soto Silva.

Su abogado defensor, Pedro Castro, agregó que solicitará una sentencia absolutoria, argumentando que la ley de lavado de dinero en el país es posterior a la comisión de los hechos, lo que impediría condenar sobre una ley inexistente al momento de desbaratarse la organización. "Con respecto a la asociación ilícita es vamos a pedir sentencia absolutoria, porque estos hechos se cometieron fuera del país en épocas y vigencia de ley que no penaba estos hechos ocurridos en el extranjeros", sostuvo.

Debido a las operaciones de narcotráfico, los Silva Leiva habían adquirido un patrimonio que superaba los 20 millones de dólares y en el que destacaban, 20 automóviles, propiedades, parcelas, moteles, caballares y joyas.

Se espera que los alegatos se prologuen al menos por cuatro días y en la instancia intervendrán los abogados de los sentenciados y del Consejo de Defensa del Estado.