La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, condenó este sábado la "atrocidad" de la masacre de 92 personas en el pueblo sirio de Hula (centro) el viernes, aunándose al llamado internacional a ejercer una acción mundial para detener el derramamiento de sangre.
Clinton dijo que tras la masacre, Estados Unidos trabajaría con sus aliados internacionales para aumentar la presión sobre el presidente sirio Bashar al Asad y sus "compinches, cuyos regímenes a través de asesinatos y el miedo deben terminar".
"Estados Unidos condena en los más firmes términos la masacre de ayer (viernes) en el pueblo sirio de Hula", dijo Clinton a través de un comunicado difundido por su portavoz.
Los observadores de la ONU, desplegados en Siria para controlar el alto el fuego vigente técnicamente desde el 12 de abril pasado pero en la práctica mayormente ignorado, informaron de 92 muertos, entre ellos 32 niños menores de 10 años, tras el reporte de un bombardeo con artillería por parte de las fuerzas de Al Asad.
"Aquellos que perpetraron esta atrocidad deben ser identificados y llevados ante la justicia", dijo la canciller estadounidense.
Clinton dijo que los observadores de la ONU "han confirmado que decenas de hombres, mujeres y niños fueron asesinados y cientos más fueron heridos en un sanguinario ataque de la artillería del régimen y a través de disparos de carros de combate en un barrio residencial".
"Mantenemos nuestra solidaridad con el pueblo sirio y los manifestantes pacíficos, que han ocupado las ciudades de Siria para denunciar la masacre en Hula", añadió la jefa de la diplomacia estadounidense.