Hillary Clinton habla por teléfono con su equipo del Departamento de Estado
La secretaria de Estado de EEUU fue hospitalizada recientemente y se le detectó un coágulo entre el cerebro y el lado derecho del cráneo. Según la vocera Victoria Nuland, Clinton estaba "bastante activa" cuando se comunicó con sus colegas.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, habló hoy por teléfono con su staff y el 29 de diciembre pasado dialogó con el enviado especial ONU para Siria, Lakhdar Brahimi, sobre la situación en ese país.
Lo informó la vocera del departamento de Estado, Victoria Nuland, y destacó que Hillary estaba "bastante activa" con el teléfono, consigna Ansa.
Horas más tarde, la cadena de televisión NBC anunció la salida del hospital de Clinton, aunque tras pocos minutos la propia emisora se retractó sobre esta información.
La secretaria de Estado fue hospitalizada recientemente y se le detectó un coágulo entre el cerebro y el lado derecho del cráneo.
Médicos del Hospital Presbiteriano de Nueva York, donde se encuentra la ex primera dama, confirmaron este martes que el coágulo está situado en la vena entre el cerebro y el cráneo, detrás de la oreja derecha.
"En todos los otros aspectos de su recuperación, la secretaria está presentando un excelente progreso y estamos seguros de que tendrá una recuperación completa", dijeron los médicos.
Hillary Clinton, de 65 años, fue hospitalizada el domingo pasado para un chequeo luego de la conmoción cerebral que sufrió semanas atrás, tras desmayarse por un estado de deshidratación.
ECLIPSADO FINAL
Después de más de un millón y medio de kilómetros viajados, 112 países visitados y unos 400 días a bordo de un avión, Clinton está a punto de abandonar su cargo como secretaria de Estado, ubicada entre los principales líderes mundiales por haber restaurado la imagen de Estados Unidos en el mundo.
Sin embargo, una de las políticas con más visibilidad del mundo, que ha pasado décadas en el centro de la atención pública, no ha sido vista durante varias semanas por una serie de problemas de salud.
La ex primera dama y esposa de Bill Clinton deja a su paso una reputación de trabajadora incansable, extremadamente detallista, que solo ocasionalmente decide relajarse, momento en que las discusiones pueden distenderse.
Pero después de años de lidiar con los principales desafíos mundiales, la abogada dice que ahora quiere disfrutar los pequeños placeres de la vida como leer, escribir y mirar su programa favorito de televisión, cita AFP.
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