La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, máxima funcionaria de Washington en llegar a Trípoli, desde que las fuerzas rebeldes expulsaron a los Gaddafistas de la capital libia, instó a los nuevos líderes a que establezcan un control más firme del país.

La visita de la personera se dio en medio de un fuerte operativo de seguridad. Tras una reunión con el primer ministro de facto, Mahmoud Jibril, Clinton advirtió sobre la necesidad de afirmar el control sobre las milicias regionales que emergieron de la guerra que derrocó al antiguo régimen.

"Estamos entusiasmados con el compromiso del Consejo Nacional de Transición (CNT) para tomar los pasos necesarios para unificar al país", dijo Clinton.

"A partir de una larga experiencia sabemos que un factor que tiene que ocurrir (...) es la unificación de las diversas milicias en un sólo Ejército (...) Formar un Ejército nacional bajo comando civil es esencial", agregó.

Aunque los seguidores de los nuevos líderes libios expresaron su lealtad al gobierno interino, muchos analistas ven a estos grupos fuertemente armados como la mayor amenaza para la unidad nacional de Libia.

Casi dos meses después de la captura de Trípoli, el CNT no ha logrado sofocar el último foco de resistencia de Gaddafi, lo que puso en duda su capacidad para ejercer la autoridad en todo el país y pospuso el lanzamiento de la transición a la democracia.

"Estoy orgullosa de estar parada en el suelo de una Trípoli libre y en nombre del pueblo estadounidense felicito a Libia", dijo Clinton. "Este es el momento de Libia, esta es la victoria de Libia, el futuro les pertenece", enfatizó.

CONTRAGOLPE EN SIRTE
Clinton llegó mientras el gobierno interino enfrentaba un revés militar en Sirte, la ciudad natal de Muammar Gaddafi donde hace unos días se preparaba para declarar la victoria sobre las fuerzas del depuesto líder. Ahora es la última gran ciudad libia donde resisten las tropas leales al coronel, luego de que el bastión de Bani Walid cayó ante las fuerzas del CNT el lunes.

Los leales a Gaddafi, que habían estado arrinconadas en un área de alrededor de 2 kilómetros cuadrados en Sirte, aparentemente salieron de su zona, según periodistas de Reuters en el lugar. Un grupo de soldados del CNT fue forzado a retroceder en medio de un intenso tiroteo. Las fuerzas intentaron reagruparse cerca del centro de conferencias Ouagadougou -el complejo donde Gaddafi solía recibir a jefes de Estado- pero fueron acorraladas.

El esfuerzo por liquidar el último foco de resistencia en Sirte ha sido difícil y se ha visto obstaculizado por una falta de coordinación entre las filas del CNT. Unidades de Bengasi, en el este de Libia, y Misrata, en el oeste, han perdido hombres en incidentes de "fuego amigo" en los que se dispararon entre sí por error.

La captura de la ciudad es vital para los nuevos líderes debido a que marcará el establecimiento de un control al menos nominal sobre todo el territorio. El CNT anunció que ese triunfo dará comienzo al proceso de construcción de un Gobierno formal y de instituciones democráticas.