Se jugaban las semifinales de la FA Cup entre Liverpool y Nottingham Forest, y la sede elegida fue el Estadio Hillsborough de Sheffield. Sin embargo, el partido duró solamente seis minutos. La excesiva cantidad de hinchas porteños en la tribuna provocó una avalancha y problemas de seguridad que terminaron con 96 fallecidos.
26 años después, el hecho sigue siendo recordado en Inglaterra como uno de los momentos más tristes del país. No fue un hecho de violencia, algo común en el Reino Unido en aquella década. Fue por problemas de logística, de disputar un encuentro en un recinto antiguo. Error que los ingleses nunca más han repetido.