Nicolás Castillo ya tiene un espacio en el fútbol mexicano. Su producción goleadora desde que llegó a los Pumas de la UNAM, uno de los principales equipos de la competencia azteca, le ha valido el reconocimiento de la exigente crítica del país norteamericano y, fundamentalmente, la idolatría de los fanáticos del equipo universitario.

Uno de ellos llegó al extremo de tatuarse al delantero en el brazo derecho. La imagen muestra al delantero chileno celebrando uno de los doce goles que ha marcado en las dos temporadas que lleva en el balompié mexicano. Además, agrega el número 30 que lleva su camiseta. El goleador posó con su acérrimo seguidor.

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