Luego de la dolorosa derrota en el Camp Nou, un pequeño grupo de hinchas de Real Madrid fue a esperar a algunos jugadores blancos que arribaron a la capital española tras el 2-1 recibido por el conjunto de Claudio Bravo.

Los principales apuntados fueron el galés Gareth Bale, uno de los más criticados por la prensa española, y Jesé, a quien le adujeron una falta de entrega en el derbi. Uno de los líderes del plantel, Sergio Ramos, salió a calmar la situación.